La administración concursal notificó ayer a los trabajadores fijos de Agalsa la aplicación a partir del lunes de la regulación de empleo que enviará al paro a la totalidad de la plantilla de la empresa de galvanizado.

De los 85 empleados fijos, 22 se desvincularán de la empresa mediante un ERE de extinción, mientras que a los 63 restantes se les aplicará un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 31 de diciembre de 2018. Si para entonces no se ha presentado ninguna oferta firme para adquirir la empresa por alguno de los inversores interesados, también se rescindirán los contratos de estos trabajadores. El ERE de extinción y el ERTE fueron pactados por la administración concursal y el comité de empresa. Los trabajadores que se van a desvincular de la compañía el lunes hicieron ellos mismos esa petición.

La plantilla de Agalsa ascendía a 102 trabajadores cuando entró en concurso de acreedores. Además de los 85 empleados indefinidos, otros 17 estaban contratados de manera eventual. De estos últimos 16 ya están fuera de la empresa al haber concluido sus contratos, quedando pendiente tan solo un eventual.

Agalsa entró en concurso de acreedores el pasado 2 de marzo, con un pasivo de unos 12 millones de euros. La sociedad cuenta con la tercera mayor caldera de galvanizado de toda Europa y la mayor de España y cuatro empresas, tres de ellas extranjeras, han mostrado interés en las instalaciones de la compañía.

La empresa tiene en sus mimas instalaciones de Tremañes, a los 28 trabajadores de su firma filial Oxizinc, sociedad que se encuentra en preconcurso de acreedores, con plazo hasta el 31 de mayo para llegar a acuerdos con los acreedores o solicitar que se le declare en concurso de acreedores.