Más de medio millar de personas obtuvieron el pasado año una plaza en alguno de los recursos residenciales geriátricos del concejo de Gijón que gestiona el organismo autónomo ERA (Establecimientos Residenciales para Ancianos). Pese a una entrada que podría considerarse muy abultada, la lista de espera actual en el área de Gijón para obtener una plaza en algún centro residencial de mayores subvencionado por la administración del Principado la componen 340 personas. Una cifra muy similar a la de la lista de espera con la que comenzaba el año 2016, y casi el mismo número que había hace diez años.
En Gijón la época con más lastre de demora para acceder a una plaza geriátrica pública estuvo en torno a 2011, cuando aún no se había abierto el centro residencial Aurora Álvarez, de Montevil, y más de medio millar de mayores constaban en la lista de espera para obtener una plaza. Entonces, con la expectativa de la nueva apertura de un centro grande como es el Aurora Álvarez, con más de un centenar de plazas, y la política de incremento de conciertos con residencias privadas que se tenía previsto seguir, se llevó a anunciar que Gijón podía aspirar a tener en mínimos su lista de espera.
Pero la realidad demográfica y de envejecimiento de la población ha sido más tozuda que la mejor voluntad de cualquier planificador. Si en 2010 en el área había disponibles unas 1.180 plazas geriátricas subvencionadas, ya fuera en centros públicos o en residencias concertadas, en la actualidad hay 1.439. Y entre aquel año y éste, con 250 plazas más creadas, la lista de espera sólo se ha depurado en 60 personas. Y una clave para todo eso está en que a fecha de primeros de 2017 un 8% de la población de Gijón ya tiene más de 80 años. En concreto son casi 23.000 los gijoneses que tienen entre 80 y 109 años, la edad máxima registrada de algún residente en el concejo. Por contra, los menores de 10 años en el concejo son un grupo de 20.180 niños.
Volviendo a la lista de espera geriátrica esa, como siempre puntualizan los responsables del ERA, es relativa ya que una cosa es la demora real y otra la de quienes no tienen una preferencia de entrada en un determinado centro, que llega a ser mucho menor. De hecho, a finales del pasado año la gerente del ERA, Graciela Blanco, afirmaba que el Principado mantenía vacantes 229 plazas en residencias públicas de toda la región. También advertía Blanco que en el caso del municipio de Gijón, la realidad es que la ocupación es completa, siendo junto a Oviedo el municipio de más demanda.
De las 1.439 plazas residenciales que tiene la ciudad, éstas están repartidas entre tres centros públicos -la Residencia Mixta, Clara Ferrer y Aurora Álvarez-, con capacidad para atender a 682 personas, y otras 610 plazas concertadas en 13 centros privados. En la modalidad de apartamentos dirigidos a las personas con más autonomía la capacidad es de 147 entradas.
En el caso de las residencias públicas, la Mixta de Pumarín es el centro polivalente de recursos más grande de Asturias, con 475 plazas de internos y 84 de centro de día, con un área de atención especial a pacientes de alzheimer que se lleva 28 de esas plazas. No fue hasta el pasado año cuando Gijón completó las posibilidades de ocupación en la residencia Aurora Álvarez, que entró en funcionamiento en 2011 con una previsión de 117 plazas habilitadas progresivamente.