El agua de San Lorenzo, principal arenal urbano gijonés y una de las playas con más afluencia en Asturias, ya no es el que era. O al menos así se desprende de los datos facilitados por el Principado de Asturias en el día de hoy, en los que advierten que el medidor de la calidad de las aguas situado a la altura de la escalera 12 ha marcado un descenso en la calificación de las mismas de excelentes a buenas. El resto de medidos de la bahía gijonesa siguen marcando una calidad excelente.

Otras playas asturianas también han pasado de tener aguas excelentes a buenas: Arnao, en Castrillón; y San Antolín y El Sablón, en Llanes. Tres arenales mejoran su calificación: Frexulfe, en Navia; San Pedro de Bocamar, en Cudillero, y la Palmera, en Carreño, que pasan de calidad buena a excelente. Por su parte, La Cueva, en Valdés; Poo, en Llanes, y La Franca, en Ribadedeva cambian de una situación buena a aceptable.

Estos datos se refieren a la calificación sanitaria que se concede en la Unión Europea a partir de los análisis semanales que se realizan de junio a septiembre en las tres últimas temporadas; en este caso, en el período 2014-2016.

Según los resultados obtenidos el año pasado por la Agencia de Sanidad Ambiental y que están vigentes durante esta temporada, el 98,6% de las zonas de baño de Asturias presenta una calidad adecuada de las aguas. De ellas, el 80% es excelente, mientras que las restantes se dividen a partes iguales entre buenas y suficientes. Según estos datos, sólo hay un único punto de la costa en el que la calidad se considera escasa, por lo que no se recomienda el baño en esa zona, que está situada en Luarca.

El Laboratorio de Salud Pública de la Consejería de Sanidad analiza y publica semanalmente los datos relacionados con el estado de las playas sobre la base del programa de vigilancia que se lleva a cabo anualmente durante la temporada de baños y que se publica en el enlace https://www.asturias.es/Asturias/playas/index.htm. Ahí se puede consultar el estado de las aguas de baño en Asturias.

El Principado subraya que el laboratorio dispone de la "máxima acreditación para realizar los análisis y es de los pocos que ha conseguido certificar todo el proceso, desde la recogida del agua para el muestreo hasta su estudio posterior". Asimismo, recuerdan que las calificaciones se calculan con arreglo a la normativa comunitaria, "lo que permite que todas las playas europeas se evalúen de la misma forma y sus datos sean comparables".

Ante el inicio de la temporada de baños, Sanidad recuerda que son las autoridades locales las que tienen la competencia de mantener las condiciones de limpieza, higiene y salubridad de las playa; informar mediante carteles de las características del arenal y las medidas de seguridad, y vigilar los posibles puntos de vertido cercanos que puedan suponer riesgo de contaminación.

En el censo oficial de esta temporada figuran 61 zonas de baño, con 71 puntos de muestreo repartidos en 19 municipios.