Por fin Danny Daniel vio cumplido su sueño. Disfrutó de una velada muy especial en el Jovellanos, que pese a ser de aquí piso por primera vez, lo llenó y ofreció lo mejor de su repertorio, con 26 canciones. Su debut en el coliseo gijonés se hizo esperar, pero mereció la pena. "Es muy especial para mí tocar en este teatro del que guardo muy buenos recuerdos cuando venía de niño y soñaba con poder actuar", dijo desde el escenario.

El concierto, que fue presentado por Carmen Lomana, se inició con "Nunca supe la verdad" antes de pasar a "16 años", canción con la que arrancó la primera gran ovación de sus fieles. Después siguió "Viento del otoño"y ya la conexión con el público fue imperecedera hasta el final.

Danny Daniel actuó acompañado batería, piano, guitarra y bajo. Ofreció un sonido limpio y dio muestras de que su voz sigue siendo clara, con timbre agudo, fuelle y potencia.

Al ecuador del concierto llegó una de sus canciones más afamadas, "Por el amor de una mujer". Y para la traca final, como si fuera la noche de los fuegos, reservó un arsenal contundente, con "Cómo han pasado los años" y "Asturias pienso en ti". Supondrán que el cierre fue apoteósico, con "El vals de las mariposas".

Fue, en resumen, una velada mágica para un artista que hace apología de Gijón allá donde esté y que en pudo al fin cumplir su sueño de subirse a las tablas del Jovellanos. Más vale tarde...