El beneficio bruto de las principales empresas asturianas ha experimentado un crecimiento cinco veces superior al de sus ventas en el año 2015, lo que representa "una recuperación muy importante de la rentabilidad, no sólo aprovechando la recuperación para vender, sino para vender mejor" poniendo de manifiesto la capacidad de creación de valor del sector privado asturiano, según explicó ayer en una jornada organizada por la Cámara de Comercio de Gijón, José Luis Riera, director financiero y de financiación estructurada de Bravo Capital, compañía participada por fondos de inversión estadounidense dedicada a la financiación de empresas españolas.

Riera presentó en la Cámara el informe que realizó esta compañía financiera sobre la solvencia de la evolución entre 2012 y 2015 de la solvencia de las empresas asturianas que facturan más de dos millones de euros al año.

El estudio abarca a 1.131 empresas que en 2015 incrementaron sus ventas de media un 1,74%, mientras que su Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), es decir, el beneficio bruto de explotación, creció en un 9,58%. Según Riera, esa diferencia puede explicarse porque las empresas han comprado mejor sus aprovisionamientos, han estructurado mejor los servicios a la empresa o han aplicado mejoras a sus productos que les han permitido aumentar los precios.

El aumento en la creación de valor es sólo uno de los datos positivos sobre las principales empresas de Asturias del informe de Bravo Capital. El reducido nivel de endeudamiento de las empresas asturianas también les facilita conseguir nuevos préstamos en un ciclo expansivo de la economía. A este respecto, Riera ofreció algunos datos, como que la deuda financiera de esas 1.131 mayores empresas por facturación en Asturias sumaba en 2015 7.128 millones de euros, con un descenso del 7,66% respecto a 2014. Además, la mediana de la deuda financiera es 2,36 veces sus beneficios brutos, lo que equivale a una endeudamiento bajo y los beneficios de las empresas les permiten pagar holgadamente los gastos financieros.

Riera apuntó que "hay otras comunidades que no han aprovechado tan bien la recuperación económica como lo están haciendo las empresas asturianas. En términos de solvencia y rentabilidad, la empresa asturiana ha hecho una gran labor y ha hecho los deberes", a lo que se suman datos macroeconómicos positivos, como que entre el segundo trimestre de 2013 y el cuarto trimestre de 2016, el desempleo se redujo en diez puntos en Asturias (pasando del 24% al 14%), una reducción superior en dos puntos a la media nacional. El directivo de Bravo Capital atribuye el mejor comportamiento a factores como "la estructura industrial de la región y la mejora de los precios internacionales de la energía y de los precios del transporte".

La solvencia de las principales empresas asturianas ha mejorado en términos generales entre 2012 y 2015, si bien el comportamiento por sectores ha sido dispar. Prestar dinero a ocho sectores se consideraba técnicamente inversión y a nueve especulación, a finales de 2015. El de mayor solvencia es el de telecomunicaciones y publicación, con un nivel de 5,71 sobre 10. También superan el aprobado el sector farmacéutico y del cuidado de la salud, el turismo y ocio, el agroalimentario, el de productos electrónicos y eléctricos, el minorista, el de energía y otros. Por debajo del aprobado quedan el metal y la minería, la ingeniería, la automoción, los equipos industriales, la industria naval, la industria maderera, el sector químico de plásticos y vidrio, el transporte terrestre y, con el peor resultado, la construcción y materiales de construcción e inmobiliarias, con un 4,35. Riera matizó no obstante que los que no alcanzan el nivel para considerarse inversión están muy cerca, al superar todos el 4.

Si se valora el nivel de endeudamiento, sólo hay tres sectores con cifras elevadas: El de productos electrónicos y eléctricos (su deuda es 7,42 veces su beneficio bruto anual), el de automoción (6,32 veces) y el de la construcción (4,78 veces), mientras que otros tienen un apalancamiento significativamente bajo, como el de la energía (0,56), farmacéutico y de salud (1,24) y el sector naval (1,32).

Banco Popular

En cuanto a la capacidad para afrontar el pago de los costes financieros, casi se ha duplicado entre 2012 cuando los beneficios brutos eran 4,42 veces los gastos financieros anuales de las empresas, y 2015, cuando han pasado a ser 8,69 veces. Ese ratio supera las 18 veces en el sector farmacéutico y de salud y en el naval.

Riera resaltó que las empresas deben financiar sus activos a largo plazo con deuda a largo plazo y que la causa de mayor mortandad empresarial es recurrir para ello a deuda a corto plazo. También incidió en los problemas de financiación que suponen para las empresas las fusiones y absorciones bancarias de los últimos años, en las que las entidades fusionadas suman sus riesgos, sin aumentar el techo de crédito que dan a cada cliente. Una empresa que tuviera lineas de crédito con el Santander y el Popular se verá así afectada por la absorción, puso como ejemplo y añadió que . "ahora cuatro bancos acumulan en 80% de la oferta de crédito".