Es un veterano de la política. Fue secretario general de la formación nacionalista y socialdemócrata Chunta Aragonesista, además de diputado por su ciudad natal, Zaragoza, tanto en las Cortes de Aragón como en el Parlamento español. Y, durante años, un escritor casi secreto que convirtió su pasión por Irlanda en un blog y en un libro de narraciones, "Regreso a Innisfree y otros relatos irlandeses"(2015). Cinco años antes había firmado una novela policiaca, "La mirada del bosque", cuya acción transcurría también en la isla esmeralda. Chesús Yuste (1963) ha dado un paso más. Su experiencia como parlamentario ha reactivado sus registros literarios. Tiene reciente "Asesinato en el Congreso" (Xordica), una pesquisa sobre la muerte violenta de dos relevantes miembros del partido del gobierno. Dos crímenes perpetrados además en la sede de la soberanía nacional, mientras la indignación popular por las medidas anticrisis toman la madrileña Carrera de San Jerónimo.

"Cuando entré en el Congreso me di cuenta de que allí había mucha materia de novela negra", aseguró ayer un Chesús Yuste feliz por su primera participación en la "Semana" gijonesa: "Es muy difícil que te llamen porque hay muchos autores excelentes; para estar aquí, he tenido que asesinar a un vicepresidente de las Cortes y a un ministro".

El título de esta novela del exdiputado zaragozano es un guiño, según admitió ayer, a "Asesinato en el Comité Central", aquel ajuste de cuentas políticas al que el añorado Manuel Vázquez Montalbán dio forma de novela negra en su serie del detective Pepe Carvalho. Es una de sus devocaciones. Otra es Petros Márkaris -explicó- por la escitura que ha hecho de la crisis griega a través de las pesquisas de su comisario Kostas Jaritos. Chesús Yuste da por buena, asimismo, una influencia estilística del siciliano Andrea Camilleri, creador de Montalbano. La "santísima trinidad" del policiaco mediterráneo.

"Cada día que pasé en el Congreso vi algo estrafalario, así que llevaba una libretita y apuntaba cosas", dijo Chesús Yuste, para quien su novela transpira -al igual que ocurre con las narraciones de Márkaris- "una época de mucho conflicto". "Es un retrato social de los años de Rajoy, donde hay que ver aquellos doce meses sin Gobierno como una derivación de la crisis". En "Asesinato en el Congreso" hay también un incógnito justiciero popular (otro guiño a la serie de Jaritos) que señala una y otra vez a los responsables de la catástrofe económica. Son una diputada surgida del 15-M, Nora Murúa, y un curtido periodista, Bruno Mairal, quienes empiezan a tirar del hilo de la investigación.

El novelista aragonés cambia sutilmente el nombre de algunos notables personajes de la vida política y económica española. No obstante, resultan reconocibles. "Mezclo ficción y realidad; no he querido hacer trampa y sí, más bien, que los lectores supieran que es ficción, que no son hechos reales", señaló. En la obra se cuenta también cómo es la vida cotidiana en el Congreso de los Diputados, esa parte del tratabajo diario que "es invisible".

¿Y cómo han reaccionado quiénes ha compartido escaños con Chesús Yuste? "Con los que he hablado, bien; están encantados", respondió. No dijo si entre los consultado había diputados del PP.