Los móviles y las cámaras de fotos apuntaban al cielo gijonés, convertido en el escenario. Y decenas de curiosos se acercaron ayer hasta el Cerro de Santa Catalina para poder ver, cuanto más cerca mejor, a algunas de las aeronaves que participan mañana en el XII Festival aéreo de Gijón, y que ayer volaron en los ensayos previos a la gran cita. El estruendo de los motores se dejó notar desde las once de la mañana con los primeros aviones que hicieron su aparición sobre la costa gijonesa. Sin embargo, fue el "Superpuma" del Ejército suizo el que acaparó prácticamente todos los "flashes". El helicóptero aterrizó, sin disponer de una zona habilitada para ello, junto al Elogio del Horizonte, ante la sorpresa de los paseantes que tuvieron que alejarse para evitar sustos. Una vez que el helicóptero apagó los motores los más curiosos pudieron fotografiarse junto a él, incluso subirse a bordo para conocer el interior de la nave.

"Esto es increíble", señaló el gijonés Alfonso Tébar, aficionado a los aviones de combate. "Tengo una colección de miniaturas de cazas y otras aeronaves y esta cita siempre es de obligada asistencia para mí", confesó. Minutos después, el "PC- 7 team", también del Ejército del Aire suizo, dio el relevo al "Superpuma". Las nueve aeronaves tomaron el cielo y firmaron las acrobacias que dejaron con la boca abierta al público. El ruido tampoco dejó indiferente a los turistas que se encontraron por sorpresa con la "Patrulla Águila" sobre sus cabezas. "Venimos desde Huesca y estamos muy encantados con Gijón", aseguró Miriam Esclapez, que no conocía el festival. "Nos ha pillado por sorpresa, estábamos dando un paseo por el casco antiguo y cuando hemos oído el ruido y hemos visto los aviones nos hemos acercado hasta aquí para verlos mejor", explicó.

Virginia Álvarez y José Miguel Luengo tampoco se esperaban la llegada de las aeronaves. Llegaron hace una semana "escapando del calor de la capital" y no esperaban acabar en el Cerro. "Es increíble lo cerca que pasan de aquí. Además vuelan en grupo y van coordinados", declaró la mujer, que lamenta no poder ver la exhibición porque el domingo estarán de viaje hacia el País Vasco, donde seguirán sus vacaciones.

Ricardo Esteban rememoró la vez que vio la exhibición aérea de Málaga. "No lo recordaba así, esto es increíble", apuntó un turista que llega a Gijón desde Lucena (Córdoba). El domingo se acercará a la bahía gijonesa junto a sus amigos "para disfrutar y aprovechar para darme un baño". Los imponentes cazas "F-16" y "F-18" volaron por la tarde. El ensordecedor sonido de los motores a reacción no pasó desapercibido entre los viandantes, que alzaban sus miradas para ver los aviones que en cuestión de segundos ya parecían a kilómetros de distancia. Gijón vibró con los primeros vuelos del festival. Y eso que este fue solo el aperitivo.