Yaite Ramos es el rostro que pone voz a "La Dame Blanche", un proyecto que mezcla la música cubana, país de donde es orginaria la cantante, con ritmos urbanos como el hip hop. Ayer la artista, hija del maestro director de "Buena Vista Social Club" demostró en la plaza del Ayuntamiento que la música corre por su sangre. No solo sorprendió al público con su torrente de voz y su divertida actitud -salió al escenario fumando un puro mientras bailaba-, sino que también se sumó a las bases que su dj pinchaba con una flauta travesera.

Aunque al principio del concierto el ambiente entre el público era tranquilo, poco a poco las letras de sus canciones, cargadas tanto de contenido social como de reivindicación de la diversión y el baile, sobre todo para las mujeres, hicieron que la plaza comenzar a animarse e incluso palmeara y corease algunas de sus canciones.

La cantante ya había participado en varios proyectos relacionados con la música aunque no fue hasta 2014 cuando se decide a dar el salto decisivo en el mundo de la música con su primer material discográfico, "Piratas". Tras él, produjo un nuevo disco "2", al cual se refería ayer como "un disco con diecisiete historias, como la de William, que es sobre mi hermano". Las canciones contrastan géneros como el reggae con otros de rap o de cumbia.

A pesar de que el sonido no fue perfecto, sobre todo en los coros, la artista supo salir del paso interpretando canciones como "De mala pa' buena", "Se me nota" o "Yo quiero trabajar" con gran entusiasmo y una fuerza vocal que sorprendió a muchos de los que se habían acercado a curiosear a la plaza. La fusión cubano-asturiana funciona.