La villa romana de Veranes ha pasado un verano de aniversario y aún sigue celebrando. Hace diez años se inauguraba y se consolidaba en la red cultural de Gijón "el mayor asentamiento rural excavado y convertido en museo del norte de España". Un yacimiento arqueológico que es un referente para el estudio de otros asentamientos semejantes en el Noroeste Peninsular y en Hispania, que más que celebrar esa década de conocimiento público que ya lleva a sus espaldas lo que está festejando son los cien años de su descubrimiento, gracias a la inquietud y la preocupación mostrada por el cura párroco de la Abadía de Cenero, Manuel Valdés Gutiérrez.
A Valdés Gutiérrez se le atribuyen las primeras voluntariosas investigaciones, sin demasiados medios, y sus registros escritos que fueron dando pistas a otros curiosos, como Pedro Hurlé, Manuel González Moreno, Joaquín Manzanares y más recientemente a la arqueóloga Carmen Fernández Ochoa y Fernando Gil Sendín, los directores de los trabajos arqueológicos que descubrieron definitivamente el asentamiento. La villa romana se ha ido dando a conocer, desde entonces, como lo que fue, una explotación agropecuaria construída en el s. IV d de C. y que con reformas, siguió en uso hasta el siglo V., con dos partes que se diferencian bien. Una primera, la zona residencial, donde se percibe el enriquecimiento y el poder que llegaron a tener sus dueños aprovechando la crisis del Bajo Imperio, "transformados en auténticos pequeños emperadores", como han llegado a decir los expertos, y que no renunciaron a rodearse de una gran arquitectura que diera dignidad y poder a la casa de un notable que seguramente se llamaba Veranius. La otra zona de la villa es la "pars rustica", en la que se pueden vislumbrar los espacios dedicados a la explotación del fundus, todo el territorio incluido en la propiedad.
Para impulsar el apego de la región por la villa de Veranes y no olvidar la importancia de su descubrimiento, desde hace meses se desarrolla un programa de actividades del centenario que ha incluido desde un ciclo de cine, a proyectos artísticos, el desarrollo de una ruta arqueológica por un tramo de la Ruta de la Plata -a propuesta de la comunidad parroquial de la Abadía de Cenero y la Asociación de vecinos "Los 16 de Cenero"-, música y visitas dramatizadas, así como muchos talleres para el público infantil y adulto en torno a la historia de Roma. Un programa que ya acumula casi 7.200 participantes, con importante crecimiento en las visitas a la Villa de Veranes en verano (3.750 personas, frente a las menos de 3.000 del año anterior).
Hoy da comienzo en el Ridea (Real Instituto de Estudios Asturianos) otra parte del programa conmemorativo, con charlas en las que se abordarán claves de la Arqueología tardoantigua en Asturias (hoy, a las 19.00 horas, por J. Avelino Gutiérrez), los últimos descubrimientos y avances en el estudio de la villa romana (hoy, a las 20.00 horas, por Carmen Fernández Ochoa); la vida y muerte en el Veranes medieval (mañana, a las 19.30 horas, por Fernando Gil Sendino y Armando González Marín); o las actividades de difusión del museo (día 17 de octubre, por Paloma García Díaz). Charlas que en gran medida se repetirán en unas semanas en Gijón, para seguir dando vida y presencia a la villa de Veranes. Un asentamiento que aún tiene mucho que decirle a la historia y los investigadores. De hecho, el yacimiento de Veranes forma parte del proyecto de investigación "Asturmetría" dirigido por Avelino Gutiérrez, profesor de la Universidad de Oviedo que persigue "generar un mejor conocimiento sobre los procesos de disolución del estado romano y la gestación de los nuevos paisajes históricos medievales".
