La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, con sede en Madrid, detuvo el pasado lunes en la zona rural de Gijón a una peligrosa delincuente a la que buscaba la justicia mexicana desde hace meses. Según informó esta mañana El Confidencial y tal y como ha podido confirmar y ampliar LA NUEVA ESPAÑA de fuentes cercanas a la investigación del caso, la mujer está acusada de torturar a varios empresarios latinos a los que supuestamente metía durante meses en ataúdes con música a todo volumen e iluminación constante hasta que accedían a sus peticiones de dinero. Los periodos de cautiverio duraban, según los medios mexicanos, de 8 a 13 meses.

La acusada era, además, la pareja de "el comandante Emilio", un hombre que llegó a México a finales de los 90 cuando Estados Unidos incluyó en la lista de grupos terroristas al Frente Patriótico Manuel Rodríguez, del que él formaba parte en Chile. Se trataba, tal y como informa Televisa, de un grupo guerrillero de ideología marxista leninista con orientación revolucionaria creado para luchar contra la dictadura de Pinochet. Al "comandante Emilio", pareja sentimental de la detenida en Gijón, se le atribuyó el asesinato del senador chileno Jaime Jorge Guzmán Errázuris.

Al parecer, tras su llegada a México, el exguerrillero montó su propia organización delictiva dedicada a los secuestros. Tras dejar a su anterior pareja -otra guerrillera- empezó una relación con la mujer española detenida en Gijón. Ambos residían en San Miguel de Allende, una turística localidad del estado mexicano de Guanajuato muy apreciada por jubilados estadounidenses o canadienses para vivir su retiro.