El próximo viernes, José Antonio Roncero Zabala tendrá por fin su lugar para siempre en el callejero de Gijón. La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, descubrirá la nueva placa que dará nombre a un parque en la confluencia de la Avenida de la Costa, calle General Suárez Valdés y calle Alarcón, en memoria del mítico entrenador de balonmano gijonés, precursor del deporte en la región y ex seleccionador nacional masculino y femenino, fallecido en diciembre de 2016, a los 83 años de edad.
El pequeño jardín urbano está situado, además, en las inmediaciones del Colegio Corazón de María, del que Roncero fue profesor de educación física durante décadas.
La placa recuerda a Roncero como "profesor, seleccionador nacional y entrenador de balonmano, figura histórica de la ciudad de Gijón en el siglo XX", recogiendo además que "La Villa de Jovellanos honra su memoria por su trayectoria en el mundo del deporte y la docencia".
En la extensísima trayectoria de Roncero destacan sus años como atleta, jugador de baloncesto, portero de fútbol y, por supuesto, jugador de balonmano, llegando a ser capitán de la selección asturiana.
Sin embargo, su gran legado lo dejó como profesor y entrenador. Así, hizo del Codema un centro puntero en la práctica deportiva y llegó a disputar, como seleccionador, tres mundiales y unos Juegos Olímpicos. Es medalla de plata de la Real orden del Mérito Deportivo, entre otros muchos honores al que ahora se suma un hueco en el callejero gijonés.