Con los votos de los seis grupos políticos del Ayuntamiento de Gijón, ayer se aprobó, en el Pleno ordinario de abril, reclamar al Real Sporting "que aparte del club y rompa cualquier tipo de vínculo con aquellos grupos ultras que consientan, alienten y no condenen este tipo de hechos violentos", es decir, la agresión perpetrada el pasado fin de semana por varios individuos de ideología neonazi vinculados a Ultra Boys a los asistentes a una fiesta del Unión Club Ceares en un establecimiento de Cimavilla.

Asimismo, en la citada declaración institucional, el Ayuntamiento en pleno afirma que "impedirá la presencia en las instalaciones deportivas municipales de aficionados violentos". Hay que recordar que el estadio de El Molinón-Enrique Castro, "Quini" es de propiedad municipal.

Por otro lado, pero al hilo de la violencia en el fútbol, los tres grupos de la izquierda municipal: PSOE, Xixón Sí Puede e Izquierda Unida, tras presentar una moción de urgencia conjunta, aprobaron reprobar a Pelayo Barcia, militante de Foro y director general de Empleo del Ayuntamiento, por los comentarios que hizo el pasado viernes disculpando a Ultra Boys en una tertulia de una radio local. Los tres grupos de la derecha (Foro, PP y Ciudadanos) votaron en contra.

La izquierda municipal también exigió a la alcaldesa, Carmen Moriyón, la destitución de Pelayo Barcia "por justificar la violencia en el fútbol" y realizar "unas declaraciones muy graves", tratándose de un cargo político del Ayuntamiento de Gijón. Además, en opinión de Xixón Sí Puede, "en esta ciudad hay un grave problema con los sectores violentos de Ultra Boys".

Por su parte, la Alcaldesa calificó como "muy desafortunadas y fuera de lugar" las manifestaciones radiofónicas de Pelayo Barcia, "y así se lo transmitimos", aseguró Carmen Moriyón.