“Maus” ya tiene casa. La perrita que acompañaba al recién fallecido mendigo Chema, uno más del paisaje del barrio de La Arena en los últimos años, ha encontrado acomodo con una vecina de la zona, que se quedó a su cargo cuando Chema se encontró indispuesto, hace unos días.

Lamentablemente, el hombre no pudo regresar a por su mascota, pero “Maus” no tiene nada que temer. Porque al igual que sucedía con su dueño, el animal despertaba las simpatías de todo el mundo, cariñosa y tranquila, ahora huérfana, pero recién adoptada por la vecina que la cuidaba estos días.

Entretanto, el improvisado altar levantado en La Arena para recordar a Chema no deja de crecer. Hoy ya son varios los ramos de flores caseros que recuerdan al hombre con cariño, junto con numerosas velas. Y en la calle Tomás Zarracina, donde también solía pedir por la tarde, también han aparecido algunos ramilletes.