La ciudad de Gijón acoge un año más la XXIII edición de los Talleres de Improvisación Musical en el Centro de Cultura Antiguo Instituto. Desde el pasado lunes 2 de julio, una cartera de prestigiosos músicos de jazz ayuda a los alumnos a profundizar en el conocimiento del instrumento y a compartir experiencias colectivas mediante la formación de diferentes combos con músicos de distintos instrumentos. Ayer, miércoles, los profesores ofrecieron una muestra, previo al concierto que darán hoy los alumnos y clausurará la cita.

Mapi Quintana es la profesora encargada de la improvisación con la voz, además de trabajar con los estudiantes de música "junior", de entre 12 a 16 años. Desde niña, ha estado siempre cerca de la música. Estudió piano en los conservatorios de Lena y Gijón, lo que sin duda ha favorecido a su posterior carrera como cantante. "Lo que más aproveché fueron las clases de armonía -asegura Mapi- y el poder acompañarme a mí misma a la hora de estudiar canto. Sin estudios previos hubiera sido muy difícil alcanzar el nivel que tengo ahora".

Su primer contacto con los Talleres de Improvisación Musical, que ya van por su 23.ª edición, fue cuando asistió como alumna "desde la edición segunda a la sexta del mismo programa", lo que facilitó que contasen con ella como profesora de canto y de los estudiantes de música de entre 12 y 16 años. "El curso es muy completo. El nivel de los profesores, y no hablo por mí, es muy alto. Son músicos de referencia del jazz y de la improvisación aquí en España".

Mapi no duda un instante en afirmar que "es fundamental que los estudiantes de música entren en tempranas edades en contacto con la improvisación". No solo para que sean buenos improvisadores, sino para que "toquen música clásica con un nivel muy alto de entendimiento". Como con cualquier otro talento o habilidad que un niño tenga en diferentes campos, para Mapi, "si la potencias desde pequeño, eso va a estallar cuando llegue a una edad mayor".

Pero no solo los niños están capacitados para adentrarse en los entresijos del jazz. "Hay niños que asisten a los talleres sin que esto les interese mucho -explica Mapi-, y no llegamos a saber de lo que son capaces porque no lo muestran. Sin embargo, hay adultos que vienen con ganas de absorber todo lo que les cuentes". Aclara, así, que el aprender con facilidad "no es una cuestión de edad".

En el taller que Mapi imparte se trabaja con el instrumento de la voz. Ella instruye a sus alumnos en el "Estill Voice Training System", un sistema de aprendizaje que favorece el movimiento controlado de cada una de las estructuras vocales para incrementar la calidad de la voz. Clases que se complementan con las que dan otros profesores de teoría, de improvisación y de combo. Y mientras los adultos aprenden en otras asignaturas, Mapi se encarga de trabajar con los niños temas que no tienen tanto que ver con la voz, como por ejemplo el ritmo.

Para ella, el aprendizaje y estudio de una buena técnica de improvisación no puede dejar de lado al instrumento: "A la vez que aprendes algo teórico, lo tienes que probar con el instrumento; no sirve de nada escribir una melodía si luego no la escuchas".

Si tuviese que resumir en varios puntos cuáles son las claves para una buena improvisación, Mapi asegura: "Entrenar bien el oído, tener mucho conocimiento de armonía, conectarse un poco con las emociones y querer comunicar algo".

Gijón es una ciudad que apuesta por una gran oferta cultural y musical, pero para Mapi "el jazz no tiene espacio suficiente. Público no le falta, pero de medios no va nada bien y de apoyo mucho peor". Mapi cree que debería dársele más visibilidad, que se consiga que el jazz esté a la par del rock, del pop, del indie y de cualquier otro estilo de música.

"Nosotros tenemos un festival de jazz en noviembre, pero solo dura tres días. Comparándolo con el espacio que se les da a otros festivales, esto es una cosa minúscula", denuncia. Y es que la cantidad de gente que estudia jazz informalmente, asistiendo a seminarios, talleres y a clases cada semana, es muy grande, y Mapi está completamente segura de que "todos esos alumnos son futuros músicos que tendrán que acabar marchándose".