"No puede ser que los vecinos de Santa Olaya tardemos menos en ir a la playa de Poniente que a la del Arbeyal". Así explicó ayer Álvaro Tuero, presidente de la asociación vecinal "Atalía" de El Natahoyo, la indignación del barrio por el cierre del paso peatonal entre el Camino de Lucero y la playa, bloqueado por el vallado perimetral del PERI desde el pasado mes de marzo. El colectivo presentó ayer por registro 1.603 nuevas firmas para exigir una solución "inmediata". "Sólo nos saben decir que no; estamos hartos", lamentó Tuero.

La zona del conflicto se debe al derribo de las naves industriales ubicadas en el camino de Lucero, El Arbeyal y la calle Pachín de Melás, todas ellas próximas al club de natación del barrio. "Era una zona industrial con empresas que fueron cerrando. El plan especial del PERI empezó en manos de Bruesa, que acabó abandonando el proyecto. Hubo un parón en el año 2001 y ahora todo está en manos de Solvia y el banco Sabadell-Herrero", resumió el presidente. "Con todos los desahucios y demoliciones de los edificios que había ahí nos fueron cortando el paso a lo que es la única vía directa que tenemos para poder ir a la playa. Desde marzo estamos totalmente incomunicados por lo que nosotros vemos como un clarísimo abuso tanto por parte del Ayuntamiento como de Solvia", añadió. Los vecinos se reunieron en mayo con los responsables del cierre sin sacar ninguna conclusión en claro: "Sólo supieron decirnos que no, pero ya estamos hartos". Las 1.603 firmas de ayer se suman a las 1.008 que presentaron el mes pasado. "Hay otras 152 que hemos recogido en internet, así que son casi tres mil apoyos. La indignación es enorme", sentenció Tuero.