Una vez cubiertas las deficiencias técnicas, la Cooperativa de Agricultores se fija como objetivo convertir el matadero de Gijón en una "referencia en Asturias". Para ello, sus gestores pretenden comprar los terrenos de La Riega, que lindan con el macelo actual en Granda, y poder así incorporar nuevas industrias cárnicas. La adquisición de estas fincas ya llevan en la mente del presidente de la entidad cooperativa, Joaquín Vázquez, desde 2015. Actualmente, el macelo municipal ocupa una parcela de 22.000 metros cuadrados, de los cuales solo 4.660 están construidos.

La Sociedad de Explotación del Matadero de Gijón (SEMAGI) sostiene que la capacidad de sacrificio actual es "insuficiente" para duplicar la actividad y captar nuevos clientes de Asturias y de provincias limítrofes. El macelo se ha convertido "en un polígono cárnico integral, donde los clientes pueden obtener servicios añadido al sacrificio de animales, desde el despiece hasta la venta de subproductos", pero necesita un "impulso". Las instalaciones, cuya propiedad es del Ayuntamiento de Gijón, son las únicas del Principado que pueden distribuir productos procesados por toda España y la Unión Europea, ya que posee una certificación especial.