No es hombre de grandes exhibiciones. Hasta ahora, siempre ha destacado por una enorme capacidad de trabajo sólo comparable a su discreción, un bien muy preciado en la diplomacia. En ese campo, desde una labor callada pero eficiente, ha hecho carrera Marcos Alonso Alonso (Gijón, 1970). Ello no le ha sido ajeno a Pedro Sánchez y su equipo más próximo en materia internacional: Alonso estará en ese círculo clave del Presidente para el impulso que el nuevo Ejecutivo quiere darle a la política más allá de las fronteras nacionales y, sobre todo, en territorio europeo.

Las habilidades de este diplomático asturiano le hacen acreedor de un pilar básico en la agenda política de Pedro Sánchez, quien le ha puesto al frente del Departamento de Asuntos Europeos y G20. Una dirección a la que el nuevo gobierno le ha querido dar mayor protagonismo poniéndola bajo el paraguas del nuevo secretario general de Asuntos Internacionales, José Manuel Albares, hombre de confianza de Sánchez para todo lo que sea política internacional.

Dentro de esta secretaría, que el nuevo ejecutivo hace más fuerte y potente y que trabajará codo con codo con el presidente de la nación, Marcos Alonso será el hombre clave en todo lo que se refiera a política europea y del G20, grupo de las mayores potencias mundiales en el que España es invitado permanente. El diplomático gijonés, hombre "discreto y serio pero con carisma" según quienes le conocen, es uno de las nuevos pilares dentro del esquema planteado por Pedro Sánchez.

El presidente socialista ha querido impregnar su llegada al gobierno de una intensa presencia internacional: estuvo en París con Macron, en Berlín con Merkel, en Lisboa con Costa, en la cumbre de migración de Bruselas, en el Consejo Europeo, en la OTAN... Igualmente, ha hecho gala de conocimiento de varios idiomas. En definitiva, desde el gobierno de Sánchez se ha remarcado esta faceta internacional queriéndola contraponer al estilo del gobierno saliente. Y para que ello no quede en una mera declaración de intenciones se ha fichado a Marcos Alonso, cuyo asesoramiento se considera vital para el objetivo de "situar a España en el centro de decisiones de Europa". El nuevo gobierno quiere que se le asocie intensamente con el europeísmo.

Hijo de maestros y educado en el colegio público Héroes del Simancas, está casado con la también diplomática Nieves Blanco, con quien tiene tres hijas. Su familia está vinculada actualmente al barrio de La Guía. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y en Ciencias Políticas por la Universidad de Ciencias Sociales de Toulouse (Francia). Pertenece a la carrera diplomática desde el 2000, en la que ha ocupado numerosos cargos. Ahora se traslada a Madrid tras su paso por Bruselas, donde ejercía de consejero coordinador del COREPER 1 en la Representación Permanente de España en la UE.