La limpieza del agua marina siempre es un tema en boca de todos, pero en los últimos días más. El puerto deportivo acumula diversos restos de desperdicios, botellas y vasos, y acusa la realización de "botellones" en sus inmediaciones, una situación que está provocando que la imagen de suciedad aumente con el paso de los días.

Mientras que el Ayuntamiento no tiene "competencias ni medios" y la Autoridad Portuaria apunta a la empresa concesionaria, los viandantes no quitan los ojos de unos rincones cada día más sucios y que generan mayor malestar. La gestora del puerto deportivo recalca que su función es recoger los residuos generados por las embarcaciones que usan el Muelle, y que la basura que se puede ver no proviene de esta fuente; por lo que no asume la responsabilidad que le traslada la Autoridad Portuaria.

"Da asco verlo", señala María Ovies, una paseante que explica que "en el verano no se ve el fondo", un hecho derivado de la suciedad creciente. Recientemente la Policía Portuaria ha puesto algunas barreras para que los jóvenes que realizan el famoso "botellón" no lo hagan en zonas de acceso a aguas del puerto, pero aún no se puede valorar su eficacia. "Hay contenedores suficientes", explica la vecina gijonesa. Otros, sin embargo, piden otro tipo de medidas. Es el caso de Modesta Arias, quien exclama que se necesita "que vaya la policía", una medida que sirva para controlar la zona por la noche e impedir que se realicen "botellones". Algo que también ve necesario otra ciudadana, Marina Rodríguez, asegurando que lo que se ve "es una guarrada", y que se "debería controlar".

Un rechazo a la situación que es contundente, y que también remarca otro gijonés como Alberto Martín. "Cada día hay más basura", denuncia. Asimismo, tiene claro que las consecuencias también afectan a la imagen de Gijón, dejando muy mala sensación "para los que vienen".

Por su parte, cansado de que nadie se haga responsable de la situación, Roberto Suárez asegura que lo importante es que se limpie, aunque tal y como él mismo apunta "muchos puertos están así". Un intento de quitar hierro a un asunto que no está pasando inadvertido.

La disputa abierta que ha generado un ambiente de malestar entre los viandantes que caminan por la zona es uno de los temas de conversación entre los vecinos gijoneses. Paseos y charlas en los bancos cercanos que ya tienen como uno de sus focos el estado del agua que tiene el puerto deportivo gijonés.

Ahora queda por ver si la iniciativa de la Policía Portuaria de vallar dos rampas próximas a la cuesta del Cholo, con el fin de terminar con los desperdicios generados por el consumo de alcohol por parte de los jóvenes, tienen algún efecto. Mientras tanto, los residuos, vasos y botellas siguen flotando ante la mirada de paseantes y visitantes.