Como si de una competición de piragüismo se tratase, el medallista olímpico de la categoría, Saúl Craviotto, dio ayer el pistoletazo de salida a la Semana Grande de Gijón.

Lo hizo desde el balcón del Ayuntamiento, con la lectura de un pregón especial, al no ser Craviotto oriundo de Gijón (nació el Lérida en 1984), pero sí playu de adopción. "Como podéis comprobar viéndome como pregonero siendo gijonés de adopción, estamos en una ciudad hospitalaria, acogedora, que no cierra las puertas a nadie y repleta de buena gente", aseguró.

Una ciudad que "me enamoró desde el primer día, por la vida que tiene. Aunque fue difícil dejar atrás mi anterior vida y mi ciudad natal, me siento orgulloso de ser también Asturiano y de haber echado mis raíces aquí, en Gijón".

El medallista olímpico enumeró los encantos de la villa de Jovellanos, "la tierra que me ha forjado como persona". Gijón es, para Craviotto, "una ciudad muy volcada con el deporte: vayas donde vayas se ve a gente haciendo ejercicio y se respira deporte en el ambiente". También tiene "un turismo que cada año va a más, y es que Gijón engancha: sus paisajes, sus rutas, las playas, la Universidad Laboral, el Jardín Botánico o el Elogio del Horizonte".

Y, como ganador del reallity televisivo de cocina MasterChef Celebrity, Craviotto tampoco se quiso olvidar de la gastronomía gijonesa: la zona de los vinos, los merenderos y la gran variedad de restaurantes.

"¡Y cómo es el ocio en Gijón!", apuntilló: "su Feria de Muestras, sus conciertos cada dos por tres, los espectáculos del Teatro Jovellanos, las fiestas de los barrios...".

"Disfrutemos, bailemos, comamos fabada, cachopos, quesos asturianos... endulcémonos con arroz con leche, casadielles, frixuelos... bebamos sidra (con moderación) y, en definitiva, disfrutemos de lo nuestro que estos días será de todos y honremos así nuestra tierra", clamó Craviotto para terminar, porque "quien se aburre en Gijón es porque quiere".

Tras Craviotto, llegó el momento de la música, con la actuación de Víctor de Cimadevilla, con su sempiterno "Gijón del alma" y la actuación del cantante australiano Oskar Proy, famoso por cantar en un reality televisivo de su país el "Asturias patria querida". Proy fue tremendamente aplaudido tras entonar "Chalaneru", "Santa Bárbara bendita", un tema propio y el himno de Asturias. La ovación fue tal que tuvo que hacer un "bis" con una canción en inglés.