"¿Es la instrucción pública el primer origen de la prosperidad social? Sin duda. Las fuentes de la prosperidad social son muchas; pero todas nacen de un mismo origen, y este origen es la instrucción pública. Ella es la matriz, el primer manantial que abastece estas fuentes".

Gaspar Melchor de Jovellanos escribió estas reflexiones en su "Memoria sobre educación pública". Corría el año 1802 y estaba cautivo en Mallorca. Ayer, a los pies de la estatua que le rinde tributo en Gijón y en el acto que conmemora ese 6 de agosto de 1811 en el que Jovellanos regresó a su ciudad natal, las repetía Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos, en su calidad de presidente de la Fundación Foro Jovellanos. Tras él tomó la palabra la Alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, que leyó otro de los párrafos del escrito jovellanista.

Igual que fueron haciendo el viceconsejero de Cultura del gobierno del Principado, Vicente Domínguez, y los portavoces de los seis partidos políticos con presencia en la Corporación gijonesa: Ana Braña por Foro Asturias, José María Pérez por el PSOE, Mario Suárez del Fueyo por Xixón Sí Puede -su lectura fue en asturiano-, Pablo González por el PP, Aurelio Martín por IU y José Carlos Fernández Sarasola por Ciudadanos.

A la Alcaldesa se le escuchó enumerar como todas las fuentes de la prosperidad están subordinadas a la instrucción porque "¿no lo está la agricultura, primera fuente de la riqueza pública y que abastece a todas las demás? ¿No lo está la industria, que aumenta y valora esta riqueza, y el comercio, que la recibe de entrambas, para espandirlas y ponerlas en circulación, y la navegación, que la difunde por todos los ángulos de la tierra?" y al viceconsejero preguntarse, como hizo Jovellanos, "¿no es la ignorancia el más fecundo origen del vicio, el más cierto principio de la corrupción?". La importancia de la aprendizaje de otras lenguas, la transcendencia de la ciencia y los métodos científicos y el papel básico de la familia en la educación fueron otros mensajes del ilustrado a los que se dio voz en el acto celebrado en la plaza del Seis de agosto.

Un acto que contó con la participación activa de la Banda de Música de Gijón, que interpretó la "Obertura-fanfarre a Jovellanos" y la "Marcha cívica de Jovellanos" en los momentos más solemnes del acto, y de la que fue espectadora de excepción - a falta de público pese al buen día y la céntrica ubicación- una paloma que se mantuvo posada durante toda la celebración sobre la cabeza de la estatua. Un ave en la cabeza y decenas de flores a los pies del polígrafo, tras una ofrenda que abrieron los más pequeños de la familia Jovellanos a los que siguieron representantes de treinta entidades e instituciones.