El servicio de Urología del hospital de Jove, que dirige el doctor Andrés Santiago, lleva sólo unos pocos meses aprovechando la potencialidad de la tecnología de las ondas de choque, ya sea de baja o de alta intensidad, para dar tratamientos no quirúrgicos a problemas tan comunes como las piedras en el riñón. O que generan tanta desazón como la disfunción eréctil.

A principios de año se adquirió para el servicio un equipo de litotricia extracorpórea para resolver con un procedimiento no invasivo -sin pasar por el quirófano-, ambulatorio, sin apenas demora y de alta aceptación por el paciente, la fragmentación de los cálculos renales, lo que facilita la expulsión de las piedras por vía natural. El equipo, que tuvo un coste de más de 300.000 euros, está en funcionamiento desde el mes de marzo -en Asturias la sanidad pública sólo disponía de uno en el HUCA- y hasta el momento ya se han beneficiado 138 pacientes. Principalmente se trata de enfermos propios del servicio de Urología de Jove, ya que Cabueñes apenas acada de empezar a mandar sus primeros pacientes y Avilés inició las derivaciones en el mes de mayo. La disponibilidad de este equipo de litotricia en Gijón se estima que pueda evitar al final de año entre 300 y 500 derivaciones a Oviedo. "En Asturias sólo había un equipo de litotricia y eso suponía que la región tenía la segunda peor ratio de España. Es una técnica contrastada, que se soporta muy bien, y que con mínima sedación aporta soluciones al paciente que necesita de media 1,4 sesiones para solucionar su problema", explica el doctor Santiago que no duda en verle las potencialidades a una técnica en un momento en que, según las estadísticas, la prevalencia de la enfermedad litiásica urinaria se ha incrementado en un 10% en el caso de los hombres y un 7% en las mujeres, por la dieta y el estilo de vida. Las piedras en el riñón las sufren, en buena medida, pacientes entre 35-40 años y cuando producen cólicos está descrito como un dolor de intensidad muy alta.

Al tiempo que Jove incorporaba el gran equipo de litotricia también sumaba un equipo de ondas de choque de baja energía -"creo que es el único del que dispone la sanidad pública asturiana", comentó el doctor Santiago- que se está aplicando en terapias para la disfunción eréctil y también para algunos problemas vasculares, como las úlceras, ya que la energía de las ondas de choque "mejoran la circulación sanguínea y estimular la generación de vasos sanguíneos". Por el momento son 15 pacientes "de los que responden mal a la mejoría con fármacos tipo 'viagras'" los que han sido tratados con la nueva técnica, mejorando sus capacidades.

El doctor Andrés Santiago, que se incorporó hace dos años a Jove proveniente del Hospital de Navarra, se fijó el objetivo de darle un revolcón al Servicio de Urología de Jove y asegura estar muy satisfecho de la senda que se ha recorrido "con incorporación de técnicas, tecnología y personal". Dice que de todo, lo más novedoso del servicio ha sido "la gestión de recursos, que nos ha llevado a que, por ejemplo, la demora de nuestras primeras consultas es de un día. Algo que se ha logrado a fuerza de eliminar consultas sucesivas de mínimo interés". En 2017 el servicio tuvo 1.398 primeras consultas y casi 5.500 sucesivas.