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BEATRIZ JUNQUERA CIMADEVILLA | Directora de la Cátedra de Emprendimiento de la Universidad de Oviedo | Grandes de Semana Grande

"Tengo tantas cosas diversas en mente que no tengo tiempo de obsesionarme"

"La libertad de cátedra es eso, trabajar en libertad en aquello que te gusta, que te pidan responsabilidades y resultados objetivos"

Beatriz Junquera Cimadevilla. LUISMA MURIAS

- ¿Usted quién es?

-Nací por accidente en Meres (1968), porque mis padres estaban de fin de semana en casa de mis abuelos maternos, pero me inscribieron en Noreña, donde viví hasta los 5 años, concretamente, en el Coto de La Felguera de Noreña, unas casas que están en el centro de Siero. A partir de esa edad vivo en Gijón. Tengo un hermano. Estoy soltera.

- ¿Se considera gijonesa?

-Sí, decía el autor que uno es de donde estudia el Bachiller, yo lo estudié en Gijón y no hay frase más acertada. Lo hice en el colegio de las Ursulinas. Luego fui a la Facultad de Económicas, que hoy es Facultad de Economía y Empresa. Soy catedrática de Organización de Empresas, pero actualmente soy directora de la Cátedra de Emprendimiento, que no tiene nada que ver; es una cátedra financiada por dos empresas, Capgemini y Caja Rural de Asturias.

- ¿En qué consiste ese trabajo?

-Doy clases de Organización de Empresas, investigo cuestiones de organización, mi especialización consiste en la gestión de la innovación, la medioambiental, la de recursos humanos, y entre ellos el emprendimiento. En enero, después de la muerte de Juan Ventura, el rector de la Universidad me ofreció la dirección de esa cátedra. Pero, a ver, esa cátedra no hace a uno catedrático, yo ya lo era desde 2010.

- ¿Le gusta su trabajo?

-Me encanta, sobre todo desde hace un tiempo, donde puedo trabajar en lo que me gusta. La libertad de cátedra es eso, trabajar en libertad en aquello que te gusta, que te pidan responsabilidades y resultados objetivos.

- ¿Es usted un hueso?

-No, no lo creo, habría que preguntárselo a mis alumnos.

- Tiene pinta de bonachona...

-Sí, yo por las buenas soy muy buena, pero por las malas soy mejor.

- ¿Cómo ha sido su infancia?

-Tengo un recuerdo nítido de cuando tenía 3 años, veo a mi abuela gritando para que no tocara un bicho, no sé si era culebra o víbora, pero me asusté. Pero en conjunto tuve una infancia y una adolescencia completamente feliz.

- ¿Qué aroma le trae mejores sensaciones?

-Hay uno que me recuerda el salón de actos del colegio. Me gusta el del mar y el de algunas flores del campo.

- Respecto a su carácter, ¿de qué se siente menos orgullosa?

-Depende del tiempo, porque vas cambiando. Me arrepiento de haber sido demasiado calmada en determinadas ocasiones.

- ¿Qué posee como un tesoro?

-Estas sortijas son un regalo de mis padrinos, que eran emigrantes en Buenos Aires. Mi padrino era hermano de mi abuela paterna, un hombre extraordinario. No me las quito.

- ¿Cuál es su juguete?

-El Trivial me encanta. Lo juego con mi sobrina, tiene 13 años.

- ¿Cuál es la película que siempre volvería a ver?

-"La lista de Schindler". Es una película que a los que enseñamos Empresa nos recuerda algo que a veces se nos olvida, y que por lo tanto debemos recordar, que la empresa está en el centro de una realidad más amplia.

- ¿Y el libro que siempre recomendaría?

-Soy una enamorada de Delibes. Me encantaba Ramón J. Sender, especialmente "Crónica del alba" y la trilogía. Y los "Episodios nacionales". La literatura española ha dado para mucho.

- ¿Qué le apasiona?

-Los gatos, aunque sean negros. Me apasiona la literatura, la playa, el arte, viajar, los animales, no todos. Tengo demasiadas aficiones, nunca me aburro.

- ¿Qué sueño le queda por realizar?

-En realidad los he cumplido. Pero mi sueño actual es ver a mi sobrina convertida en una mujer sólida, fuerte y de principios, una persona como es debido.

- ¿Su mejor momento del día?

-El peor son las mañanas, me cuesta mucho levantarme, pero el mejor son las tardes y las noches. Esos ratos con los amigos, la tranquilidad de una lectura, el sosiego del final del día viendo una buena película.

- ¿Con qué se siente más indulgente?

-Yo no me creo muy indulgente, pero si acaso con aquellas personas a las que veo esforzarse y que sin ser quejicas sabes que no pueden llegar.

- ¿Su mundo interior de qué se alimenta?

-De todo lo que aprendí en el pasado.

- ¿Tiene alguna obsesión?

-No especialmente. Tengo tanta diversidad de cosas en la cabeza que no tengo tiempo de obsesionarme.

- ¿Cómo va a vivir las fiestas de Begoña?

-Estamos programando una reunión de las chicas que estudiamos el Bachiller y COU juntas. Y entre amigos saliendo por ahí, yendo a conciertos, a los fuegos, a todo lo que ofrece la ciudad.

- ¿Qué daría por veinte años menos?

-Nada.

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