Los asaltos en domicilios cometidos por bandas organizadas de criminales, a quienes no les importa que los propietarios estén dentro, no tienen en Asturias la frecuencia que en otras zonas de España. Pero su impacto social es enorme. Uno de los asaltos que más conmocionó a la región ocurrió en 1992 en Granda, Siero. Un encapuchado entró en la vivienda del entonces portero del Real Oviedo, "Viti", amenazó a su mujer, a su hijo de tres años y a su suegra, y cogió 350.00 pesetas. Luego, obligó a la esposa del futbolista a llevarlo en un Renault 5 a Pontón de Vaqueros en un secuestro exprés para darse a la fuga. Antes de bajarse del coche le quitó a la mujer sus joyas.

Oviedo, Ribera de Arriba, Gijón, Piloña y Cudillero son los concejos que registran más casos desde 2005. El último ocurrió el pasado viernes en el llagar Menéndez, en la parroquia gijonesa de Fano. En el mismo concejo, pero trece años antes, un grupo de delincuentes robó en numerosas casas de las parroquias de Castiello y Somió. Durmieron con spray a los inquilinos e incluso a los animales de compañía para acceder a los domicilios sin problemas. Dos años después, una familia de la parroquia de Jove se encontró con varias pistolas apuntando a sus caras nada más despertar. Tres personas se llevaron todo el dinero que encontraron, agredieron a una de las víctimas y obligaron a otra a sacar dinero de un cajero automático en La Calzada.

La Policía Nacional ha desarticulado a varias bandas desde entonces. Por ejemplo, en 2015 la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron a una banda asentada en la periferia de Madrid que cometía asaltos por toda España, incluido Asturias. El año pasado, dieron con otro grupo organizado que estaba especializado en el asalto a empresarios. Buena parte de los detenidos en las operaciones policiales proviene de Europa del Este y con su condena se dan por resueltos muchos de los casos, aunque existen células criminales relacionadas entre sí que vuelven a la carga tras meses en la sombra.

Una banda albano-kosovar entró en una vivienda de Santa Marina de Piedramuelle (Oviedo) el 11 de mayo de 2011. Los ladrones utilizaron una palanca para reventar una de las ventanas. Una vez dentro, fueron a la habitación donde dormía la pareja propietaria de la vivienda, les amenazaron con un cuchillo y les exigieron que les entregaran el dinero. Según el testimonio de las víctimas, los atracadores les amenazaron con "matar los bambinos". Mientras el padre llevaba a uno de los asaltantes hasta la caja fuerte, el otro amordazó a la madre con su propia ropa interior. En la caja había varios miles de euros y 1.500 dólares, pero los atracadores exigieron más y decidieron atar a los hijos de pies y manos. La familia les ofreció las llaves de un Audi Q7 con el que huyeron. El botín fue de 6.000 euros, 1.500 dólares, tres relojes y tres mandos a distancia.

También en 2011 en Castiello (Llanera) tuvo lugar un robo de características similares al del llagar Menéndez. Un encapuchado, armado con pistola y navaja, ató con una cinta al matrimonio propietario de la vivienda para huir con 700 euros bajo el brazo. Por su parte, los vecinos de Bueño (Ribera de Arriba) convivieron durante meses con dos hombres que habían alquilado una casa frente al bar del pueblo en 2012 y que terminaron asaltando una vivienda en la que estaban dentro los propietarios.

El annus horribilis de los asaltos en Asturias fue 2014. Las bandas criminales cometieron al menos cuatro, tres en Oviedo y uno en Infiesto. Uno fue el conocido como el caso del "el roscón de Reyes". Dos encapuchados asaltaron en su domicilio de Oviedo a dos mujeres, madre e hija, con la excusa de que iban a entregarles un roscón. Al abrir, las agredieron brutalmente y se llevaron dinero, joyas y arrancaron el sistema de videovigilancia del portal. Al año siguiente, un constructor de Oviedo fue asaltado por varios encapuchados armados con pistolas en el garaje de su casa, en los Prados. Le obligaron a dar el número de la caja fuerte y le agredieron llevándose un gran botín. Los asaltos más recientes tuvieron lugar hace dos años. Un grupo de delincuentes asaltó cuatro viviendas de Oviñana (Cudillero) el 27 de enero de 2016. En dos de ellas había ocupantes dentro.

Pero si hay un suceso realmente espeluznante es el ocurrido en 2007 en Corvera. Dos hombres asaltaron la vivienda donde vivían dos hermanos de 80 y 85, a quienes torturaron. A uno de ellos le quemaron en un ojo, una mano y un muslo con un soplete y al otro le amenazaron con cortarle el cuello con una sierra. Y todo para conseguir 500 euros, que los octogenarios escondían detrás del espejo del baño. A los dos los golpearon, les ataron de pies y manos, y les amordazaron.