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La regla de gasto y la falta de apoyos, trabas al último presupuesto de Moriyón

Foro ultima unas cuentas municipales para 2019 limitadas por el plan de ajustes y afectadas por las tensiones políticas de un año electoral

Ana Braña, edil de Hacienda, en una intervención en el Pleno. MARCOS LEÓN

La revisión del documento por parte de la Intervención General del Ayuntamiento es el único trámite que le queda pendiente a la concejala de Hacienda, Ana Braña, antes de llevar a la aprobación de la Junta de Gobierno el proyecto de presupuesto municipal del gobierno de Foro para el año 2019. El último de Carmen Moriyón como alcaldesa de la ciudad. La petición de más tiempo que desde Intervención se solicitó en las últimas horas al gobierno para poder completar su trabajo de fiscalización del proyecto es la razón de que el documento no se debata hoy, como estaba previsto inicialmente, en la sesión ordinaria de la Junta de Gobierno. La previsión es convocar una sesión extraordinaria para mañana al mediodía. Ya por la tarde el documento será entregado a todos los grupos políticos de la oposición en una sesión especial de la comisión de Hacienda. A finales de semana comenzarán las comparecencias de los ediles del gobierno para explicar las cifras de sus áreas.

Pero que sean las últimas cuentas de Gijón que lleven la firma de Carmen Moriyón no es la única peculiaridad que se le puede encontrar a este proyecto económico para ciudad. Es también un presupuesto marcado por las pautas de limitación del gasto que Foro se autoimpuso este verano a través del Plan Económico Financiero - que no refrendó la oposición en el Pleno- para cumplir con las pautas que la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera exige a las administraciones que, como el Ayuntamiento de Gijón, hayan incumplido los parámetros de la regla de gasto. Gijón lo hizo en 2017 como quedó comprobado a mediados de este años.

La obligación de cumplir con el Plan Económico-Financiero (PEF) hace que no haya margen de maniobra en el gasto por mucho que el ayuntamiento disponga de recursos. El punto de partida del PEF para 2019 son unas obligaciones reconocidas del Ayuntamiento de 204 millones con 60,8 millones para gastos de personal, 37,4 para gastos corrientes y 80 millones en transferencias, donde computan todos los dineros que el Ayuntamiento transfiere a sus organismos autónomos y empresas. El capítulo de inversiones reales se concreta en el plan de ajustes en algo menos de 14 millones para cumplir con lo comprometido. En materia de ingresos se establece la recepción de unos 213,4 millones.

En cuanto al gasto computable total a efectos de la regla de gasto para 2019 ronda los 216 millones teniendo en cuenta que el perímetro de consolidación de la regla de gasto incluye también a los tres organismos autónomos, Divertia, Emulsa y la Empresa de la Vivienda.

Malos antecedentes

Ese carácter de presupuesto de año electoral, su ajuste a un Plan Económico que sólo tuvo el apoyo de Foro en el Pleno y el antecedente de los pasados días en que, uno tras otro, la oposición negó su apoyo en los consejos de administración y juntas rectoras a los presupuestos de las empresas municipales, las fundaciones y el patronato hacen que la posibilidad de repetir en 2019 la situación de prórroga presupuestaria que se vive en este 2018 en el Ayuntamiento sea un escenario que Foro tiene en su mente. Y los demás, también.

De hecho, este año no se han formalizado reuniones políticas previas a la presentación oficial de los presupuestos como vía de dar cabida a iniciativas de los grupos a cambio de posibles apoyos en la votación final. Hubo contactos en el Patronato Deportivo y la Fundación de Cultura pero nada más. El gobierno planteó en comisión de Hacienda dejar la negociación para el trámite oficial de enmiendas aunque Braña se mostró abierta a aceptar comentarios. No hubo movimientos.

De cara a este 2018, Foro elaboró un proyecto presupuestario para el Ayuntamiento de 230,7 millones que nunca llegó a presentar al Pleno para su debate y votación. Carmen Moriyón optó por firmar un decreto de prórroga que sobre un presupuesto de partida de 227,3 millones para 2017 autorizaba un gasto de 202 millones. Entonces aún no estaba en vigor el plan de ajustes.

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