La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La tecnología barre las pomaradas

Cada vez son más los productores que delegan la recogida de manzana en cooperativas que utilizan máquinas para ganar rendimiento

La comparación es demoledora: mientras que una persona recoge a mano 800 kilos de manzana al día, una máquina llega a recolectar 3.000 en el mismo período de tiempo. Es casi el triple de rendimiento. Eso explicaría que cada vez más productores del concejo estén delegando el acopio de la cosecha en cooperativas, como la de Campoastur, que utilizan todo tipo de máquinas: desde barredoras y vibradores hasta cintas de lavado portátiles. "Nunca me imaginé que íbamos a poder recoger las pomaradas así", celebran Jorge Farrás y Aníbal Fernández, propietarios de una finca de siete hectáreas en la parroquia de Vega. Ésta es una de las 150 parcelas en las que Campoastur trabajará este otoño. Pese a ser año de mala cosecha por la vecería, el servicio sigue creciendo, como afirma David Velado, ingeniero agrónomo de Campoastur.

Actualmente en el servicio de recogida de manzana son 42 empleados -12 fijos y 30 eventuales-, que trabajan para 40 productores asturianos, fundamentalmente de Gijón, Villaviciosa, Nava y Siero. Entre todos recogerán esta campaña un millón y medio de kilos de variedades autóctonas registradas en la Denominación de Origen Protegida (DOP) "Sidra de Asturias". Sin embargo, lamenta Velado, todavía hay mucho fruto regional que se mezcla con el importado para producir caldo sin etiqueta, ya que la demanda todavía es escasa. "Lo ideal es que se pudiese certificar toda la manzana", indica.

En la pomarada que los gijoneses Jorge Farrás y Aníbal Fernández dirigen en Vega trabajan estos días una decena de empleados de Campoastur. Una máquina vibradora, que en cuestión de segundos sacude los frutos de un árbol, sustituye al clásico palo para pañar manzanas. Por la finca también se ve otra máquina, llamada barredora, que lo que hace es precisamente barrer y almacenar en un depósito la manzana esparcida por el suelo -más de 400 kilos en un sólo un viaje-. Hay un tercer aparato que ahorra mucho tiempo a los recolectores: una cinta portátil de lavado y de selección. Con esta rápida cadena de producción, las manzanas de Vega consiguen llegar en el mismo día al llagar, en este caso al de Piñera, en Caldones.

El ingeniero agrónomo David Velado asegura que las plantaciones asturianas se están adaptando a esta nueva forma de trabajo, más eficaz y rápida que la manual. "En las antiguas la maquinaría no puede entrar porque son parcelas muy pequeñas, pendientes y con calles demasiado cerradas. Así que la tendencia ahora de los cosecheros es adaptarlas a la tecnología", concluye.

Compartir el artículo

stats