Naturgy ha desvinculado la instalación de una gasinera en El Musel de la posible puesta en servicio de la regasificadora del puerto gijonés. Desde la naviera se indica incluso que el suministro al ferry de la autopista del mar no exige obligatoriamente que se construya una gasinera en el Puerto, dado que está previsto que el suministro al barco se haga mediante el trasvase simultáneo del gas licuado desde seis camiones cisterna a los depósitos del buque, indican desde la compañía energética.

La participación de Naturgy en el proyecto liderado por Baleària, con el plan para instalar una gasinera en el puerto gijonés, se enmarca en el acuerdo estratégico que ambas compañías suscribieron en 2017, en base al cual Naturgy garantizará el suministro de gas natural licuado a Baleària en los puertos españoles en los que opera la linea, con un precio determinado.

Que el suministro de combustible al ferry que se destine a la autopista del mar no dependa de la entrada en servicio o no de la regasificadora de El Musel, no significa que la presencia de esta última instalación no sea beneficiosa para la linea marítima. Con la regasificadora gijonesa en funcionamiento, se facilitaría a Naturgy el aporte de gas natural licuado al muelle desde el que se surtiría al ferry de Baleària.

El hecho de que España sea uno de los países del mundo con mayor número de regasificadoras (tiene seis en funcionamiento, más la de El Musel aún inactiva) explica por qué Baleària se lanzó de cabeza en 2012 a impulsar proyectos para el uso del gas natural licuado como combustible marino, mientras otras importantes compañías de ferries como las nórdicas DCDS y Stena o la italiana Grimaldi han avanzado de forma más tímida y siguiendo los pasos de Baleària, cuyas lineas actuales operan entre puertos españoles o de España y Marruecos.

Las navieras cuyos buques operan en muchos países del mundo no tendrán tan fácil el acceso al gas natural licuado como Baleària, cuyas rutas siempre tocan un puerto español. Un ejemplo es MSC, que ni siquiera han ido en esa dirección para cumplir la nueva normativa medioambiental para buques que será obligatoria en la UE en 2020, sino que han optado por encargar scrubbers para filtrar las emisiones a la atmósfera de los motores de fuel óleo de 300 buques portacontenedores, mecanismos que atraparán las partículas más contaminantes de las emisiones de los motores, que después echarán al mar en vez de al aire.