A José Luis Ábalos, el socialista valenciano que desde junio ocupa la cartera de Fomento en el gobierno de España, se dirigen estos días las reclamaciones de los gijoneses. Ya sea desde la Plataforma en defensa del plan de vías que está coordinando las acciones reivindicativas con el movimiento vecinal a la cabeza o desde el Consejo Social de la ciudad donde hubo una declaración unánime en favor de impulsar el proyecto ferroviario gijonés. Pero Ábalos no es más que el sexto ministro de Fomento que tiene en sus manos los proyectos ferroviarios de la ciudad.
El primero fue alguien tan vinculado a Gijón y a Asturias como Francisco Álvarez-Cascos, quien planteó el metrotrén que se acabó convirtiendo en la pieza de arranque de este gran puzzle. Entonces el gobierno era del Partido Popular y en sus manos estuvo la actuación gijonesa durante cuatro años más. Luego le tocó el turno al PSOE. Primero de la mano de Magdalena Álvarez y luego de José Blanco. Esa etapa socialista se prolongó hasta finales de 2011 y coincidió con gobiernos socialistas también en el Ayuntamiento y el Principado de Asturias.
La vuelta del PP al poder estatal supuso la vuelta del control del PP sobre el metrotrén y el plan de vías. Ana Pastor fue ministra hasta finales de 2016 y su sustituto Íñigo de la Serna prolongó el mandato popular hasta hace unos meses. Fue el exalcalde de Santander quien trabajó desde Fomento el nuevo convenio cuya firma es la actual exigencia de los colectivos sociales de Gijón. Esa última etapa fue, además, la del consenso político pese a las distintas orientaciones de las tres administraciones implicadas. Un Ayuntamiento gobernado por Foro, el PSOE en el Principado y el gobierno de España con el PP al frente.
