Un conductor gijonés ha sido condenado a dos años de cárcel y al pago de una indemnización de 40.000 euros por un delito de lesiones después de provocar daños cerebrales a un peatón de 65 años al que le propinó un fuerte puñetazo cuando le recriminó que no se hubiese detenido en el paso de cebra cuando circulaba con su vehículo particular. La sentencia, avalada ahora por la Audiencia Provincial, le impone además el pago de los gastos médicos generados por su acción violenta y la mitad de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 20 de abril de 2016. El ahora condenado circulaba en su vehículo por la calle Marqués de Urquijo, en el barrio de La Arena. Al llegar a un paso de peatones, según recoge la sentencia, se lo saltó y uno de los peatones, de 65 años, le recriminó su acción. El conductor, mucho más joven que el peatón, se bajó inmediatamente del coche y le propinó un fuerte puñetazo en la cara que derribó al sexagenario. La víctima de la agresión perdió el equilibrio y se cayó, golpeándose con la cabeza en el suelo. "No olvidaré nunca cómo cayó, pensé que estaba muerto", relató, de hecho, una testigo durante el juicio.

Las consecuencias de este incidente fueron las de un traumatismo craneoencefálico y contusiones con graves consecuencias, pues el hombre tiene que ser supervisado en varias de sus actividades de la vida diaria por las secuelas cerebrales derivadas de la agresión sufrida. Unas lesiones que le tuvieron hospitalizado un mes y de las que tardó en curarse 110 días.

El condenado aseguró que se sintió amenazado porque el hombre llevaba un paraguas y antes había golpeado su vehículo. "No está acreditada la agresión ilegítima que hiciera necesaria la necesidad de defenderse", replica el juez en su sentencia. Es más, sostiene que "de ser cierto que el sexagenario blandiera un paraguas durante la riña y de ser cierto que el conductor -mucho más joven que su oponente- se sintiera intimidado por ello, le hubiera bastado con abandonar el lugar. Nadie se lo impedía".

"Perdí mucha memoria"

La víctima declaró durante la vista oral que "antes era autónomo y ahora necesito ayuda para muchas cosas, no puedo ir solo a ningún sitio". "Perdí mucha memoria, leo algo y a los dos minutos ya no me acuerdo", añadió.