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Director de la Politécnica, aspira a repetir en el cargo

Juan Carlos Campo: "La transformación digital es inaplazable; no podemos aspirar al 4.0 estando en el 0.4"

"Necesitamos un plan claro para renovar el material de laboratorio e incentivos para la innovación docente"

Juan Carlos Campo, ante la Politécnica. ÁNGEL GONZÁLEZ

Juan Carlos Campo (Gijón, 1970), catedrático y profesor de Tecnología Electrónica, es el director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón desde el año 2014. Entonces se impuso en las votaciones, tras dejar el cargo Hilario López, por una holgada mayoría. Ahora aspira a reeditar la victoria para dirigir el centro de nuevo durante los próximos cuatro años, con importantes retos de modernización y adaptación marcados, sobre todo, por una innovación galopante que hace de las ingenierías un campo cada vez más exigente para seguir en la vanguardia. Hoy se abre el plazo de presentación de candidaturas, y a falta de lo que ocurra en las próximas 48 horas, la suya es la única opción anunciada.

- ¿Por qué se presenta de nuevo?

-Creo que puedo aportar cosas y entrega para materializarlas para mejorar esta Escuela, me encuentro cada día hasta con más ilusión para afrontar el trabajo que ello supone y cuento con el respaldo de mi equipo, sin duda, mi mayor acierto.

- ¿Cuáles son las principales necesidades de la Escuela?

-Las necesidades nunca acaban, cuando se satisfacen unas aparecen otras nuevas y, además, que hay que mantener las satisfechas. Dentro de las grandes cosas que nos faltan para rendir al máximo, seguimos todavía a la espera de ver solución para el alojamiento. Necesitamos una verdadera transformación digital de nuestra Escuela, lo que depende de la transformación digital de nuestra Universidad. Como ya dije con ocasión de la última entrega de diplomas no puede ser que queramos formar profesionales y generar investigación para liderar la industria "cuatro punto cero" y en nuestra casa estemos en el "cero punto cuatro". Es imprescindible dedicar recursos, y no pocos, a este tema con el fin de agilizar la gestión y optimizar los recursos y mejorar el servicio a todos nuestros grupos de interés. También necesitamos un plan claro para renovar el equipamiento de los laboratorios y mantenerlo actualizado; e incentivos para el profesorado para promover la innovación docente y también incentivos para alinear mejor los intereses de los investigadores con los intereses de nuestra sociedad lo que acaba repercutiendo en todo el conjunto universitario.

- ¿Qué le quedó por hacer en su mandato?

-De las grandes cosas que consideraba importantes tengo una espina clavada con la certificación del sistema de garantía de calidad. Un tema en el que esta Escuela lidera en nuestra Universidad con distancia y que creo esencial para la gestión eficaz del centro, pero que aún no está rematado. Hace poco más de un mes tuvimos la primera auditoría cuando ya contábamos con haberla tenido a principios de año.

- ¿Qué acciones emprenderá si resulta reelegido?

-Tengo en mente muchas y me resulta difícil decir solo algunas. Por su impacto en todo nuestro sistema quizás cabe mencionar las acciones relativas a las titulaciones. Por ejemplo, será necesario comenzar con una renovación de cierto calado de las titulaciones existentes con el fin de acoger los cambios en los últimos años. Términos como "industria 4.0", "internet de las cosas" o "blockchain" ni siquiera existían cuando se gestaron los planes de estudio de los Grados derivados de Bolonia. Por ejemplo, ya se está trabajando para transformar una intensificación de un grado en la de "energías renovables".

- ¿Habrá cambios en los másteres?

-Otra acción destacable que planteo será el refuerzo del valor añadido de las titulaciones de postgrado con particular atención a los másteres universitarios mediante la articulación de programas conjuntos de enseñanzas oficiales, las conocidas como dobles titulaciones. También la implantación de programas integrados de máster en cuanto la regulación lo permita lo que supone combinar grado y máster en un único programa lo que es de máximo interés en el caso de los másteres regulados, como el de Ingeniería Industrial, el de Telecomunicación o el de Ingeniería Informática.

- ¿Cómo es la relación con el rectorado?

-La relación es muy buena y fluida. El rectorado ha cumplido algunas de las cosas más importantes que en su momento razonadamente se solicitaron a todos los candidatos a rector, como el nombramiento los coordinadores de másteres, la presencia en Consejo de Gobierno, el Grado en Ingeniería de Organización Industrial o los itinerarios bilingües en las titulaciones que faltaban.

- ¿Dan por cerrado el capítulo de reparaciones tras las inundaciones?

-No. Todavía sigue y seguirá habiendo trabajo para un tiempo. Aún falta por trasladar algunas aulas y las nuevas aulas creadas tienen algunas deficiencias, como la calefacción, a veces por exceso y otras por defecto, que hay que ir corrigiendo. Eso sin contar que el Área de Teoría de la Señal tiene para un tiempo para recuperar su plena operatividad en los espacios a los que se ha trasladado.

- ¿Cuándo tendrán en marcha el grado de Organización?

-El del Grado en Organización entrará en funcionamiento el próximo curso 2019-20. En principio, y salvo sorpresas, se implantarán los dos primeros cursos de esta nueva titulación.

- ¿E ingeniería de datos?

-Sobre el Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos desde el rectorado nos han transmitido la intención de implantarlo en 2020-21. Actualmente se está realizando el plan de estudios. Se cuenta para ello con una comisión externa con siete expertos de máximo prestigio en nuestro país del ámbito académico y también del profesional, además de los Colegios de Informática y de Telecomunicación. Sería importante, yo creo que para todas las partes, llegar a ello a tiempo.

- ¿Cómo debe adaptarse la escuela a los retos de futuro?

-Nuestra Escuela no es un ente aislado. La única forma de hacer frente a este mundo actual es la unión. Debe ir en sintonía plena con los intereses de nuestra sociedad en conjunto. Es necesario estar todos a una y establecer nuestros objetivos como sociedad y, seguidamente diseñar las estrategias adecuadas para que los escasos recursos disponibles produzcan los mayores rendimientos. A esta Escuela no le falta, por suerte, capacidad de adaptación. Creo que nuestro dinamismo es precisamente una de nuestras señas de identidad y creo, incluso, que estamos moralmente obligados a ser punta de lanza en el conjunto de la Universidad. Quizás le falta saber a nuestra sociedad a dónde quiere ir y si luego está dispuesta a hacer el sacrificio que supone tomar un camino y dejar de tomar otros muchos.

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