Una mujer de 50 años y origen ecuatoriano fue arrestada por la Policía Nacional tras apoderarse de varias joyas de la casa en la que trabajaba como asistenta. Piezas valoradas en más de 4.000 euros que la dueña de la vivienda echó en falta. Desde el día de la desaparición, la detenida no volvió a presentarse ni a coger el teléfono después de llevar tiempo trabajando allí. Eso hizo sospechar a la víctima que denunció los hechos en Comisaría.