Pese a que falta todavía toda una semana de curso lectivo, Victoria Fernández, alumna del IES de Roces, no podrá regresar a clase hasta después de las vacaciones de Navidad. La joven de tiene una discapacidad física que la obliga a desplazarse en silla de ruedas, por lo que dispone de una auxiliar educativa que la ayuda durante el curso a moverse por el edificio e ir al servicio. Este profesional disfruta desde ayer de cuatro días de descanso y, según explica la madre de la afectada, María Covadonga González, Consejería no ha cubierto su plaza. "Mi hija se está perdiendo una semana muy importante; sus compañeros están recibiendo notas de varios exámenes ", recriminó.

González tilda de "irónico" que su hija de 19 años, que cursa en el instituto gijonés un ciclo formativo de Integración Social, sea precisamente "una clara víctima de discriminación". La mujer matiza que respeta el derecho de la auxiliar a disfrutar de su descanso -que se alargará hasta enero al coincidir con las vacaciones navideñas- y explica que solo culpa al centro y a la Consejería de Educación por su "pésima planificación". "Mi hija tiene el mismo derecho que sus compañeros a ir a clase, por eso en su momento se le asignó una auxiliar educadora. Si no iban a cubrir los días de descanso de esta profesional, el centro no tendría que haber aceptado la matrícula. ¿Y si esto vuelve a pasar el día de un examen?", pregunta.