La hemeroteca provincial que el empresario gijonés Luis Adaro empezó a reunir a mediados del siglo pasado abrió por primera vez ayer sus puertas en su recién estrenado hogar, el moderno sótano de la Antigua Escuela de Comercio, después de 16 años de itinerancia. Con casi un millar de títulos y más de 33.000 volúmenes, la nueva Hemeroteca Luis Adaro ocupa cerca de dos kilómetros lineales de estanterías, resguardadas en armarios robotizados y con un moderno sistema de climatización que garantiza su conservación. "Mi padre estaría entusiasmado si pudiese ver cómo ha quedado su colección", aseguró, emocionado, Fernando Adaro, hijo del empresario.

El nuevo local tiene unos 500 metros cuadrados y se ubica justo debajo de la calle Francisco Tomás y Valiente. Aunque el fondo documental de Adaro tiene 887 títulos de publicaciones periódicas -que representan unos 33.200 volúmenes- y ocupa unos 1.759 metros lineales de estanterías, el sótano tiene todavía liberado más de la mitad de su espacio. "La misión del Ayuntamiento ahora es ampliar el fondo con material que pueda resultar de interés", matizó la alcaldesa Carmen Moriyón. Desde ayer, la página web del Consistorio habilita un portal de búsqueda digital de buena parte de esta colección.

El nuevo sistema de climatización del sótano mantiene los delicados volúmenes -algunos se remontan al siglo XVIII- a 19 grados de temperatura y 55 de humedad constantes. "Hay títulos que se encolaron con menos maña que otros y queremos evitar la aparición de hongos", matizó Eduardo Núñez, jefe del Archivo de Gijón.

La hemeroteca pasó a manos el Ayuntamiento después de que la Cámara de Comercio abandonase el local que la albergaba en la calle Instituto, en 2002. Tras un tiempo en La Laboral, el fondo documental se guardó hasta este año en una nave industrial de Llanera. Ayer, los hijos de Adaro revelaron una placa conmemorativa dedicada su padre que preside la puerta de entrada al nuevo sótano.