Gijón estrena el año tiritando. La víspera de la noche de Reyes fue la más fría de la década para un mes de enero, con una temperatura mínima registrada en la estación medidora de Deva de -1,4 grados. El frío fue tan intenso que dejó una estampa poco habitual en la ciudad: la arena de la playa de San Lorenzo cubierta de hielo en las zonas sombrías. Es la temperatura más baja para un mes de enero de la última década.

Fue una noche heladora, pero no fue la única. El viernes día 4 la temperatura mínima fue de -0,1 grados, y la del día 6 fue de -1,1 grados. Ayer, sin ir más lejos, amaneció con 0,7 grados de mínima, y no se espera que los mercurios sean mucho más generosos en los próximos días: la Agencia Estatal de Meteorología pronostica que las temperaturas más bajas ronden esta semana los tres grados, cinco como mucho. Pero la gran novedad, además, será la llegada de nuevo de las nubes y las lluvias. A partir del miércoles se esperan precipitaciones y la cota de nieve irá bajando progresivamente hasta situarse el próximo jueves en 400 metros en la segunda mitad del día. Las máximas para Gijón rondarán los 10 grados, y el cielo permanecerá cubierto al menos hasta el domingo, según los últimos modelos de predicción.

Mañana los cielos volverán a estar despejados, y por eso el Gobierno del Principado de Asturias ha activado nuevamente el protocolo de actuación en episodios de contaminación del aire en su nivel 0 en Oviedo y las Cuencas, lo que conlleva extremar las precauciones, una vez evaluados los niveles registrados en las pasadas jornadas y las predicciones de ventilación atmosférica. Las concentraciones de micropartículas en suspensión han vuelto a encadenar varias jornadas de valores altos, a la espera de las lluvias.