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Por Gijón y la política "práctica"

El nuevo partido se define como un proyecto feminista, local y de izquierda: "Contar con David Alonso es una bendición"

Por la izquierda, Marian Blanco, Diana de Martino y Daniela Teplicka. JUAN PLAZA

De izquierdas, feministas y con una vocación más pragmática que política. Así definen sus propias fundadoras la esencia de Por Gijón, el nuevo partido político gijonés creado hace menos de tres meses. Pese a que buena parte de la ciudad lo conoce por ser el nuevo proyecto de David Alonso, antiguo miembro de Xixón Sí Puede, lo cierto es que detrás de Por Gijón hay seis mujeres: la bióloga Diana de Martino, la antropóloga y maestra Marian Blanco, Daniela Teplicka (que trabaja en el departamento de exportación de una empresa textil), la funcionaria Elena Rodríguez, Lara Penin (psicóloga y especialista en género) y Patricia González, también psicóloga y experta en atención al menor. Ahora trabajan en la convocatoria de su primera asamblea y la redacción de su programa electoral aunque, adelantan, su "único objetivo" es alcanzar el gobierno. "Se puede hacer política de una forma mucho más práctica", aseguran.

El germen de la nueva formación surgió de encuentros más bien casuales entre amigos. "Hacíamos grupos de debate sin ninguna intención política, pero cada vez hablábamos más de los problemas que veíamos en la ciudad, de las cosas que nos preocupaban de Gijón", concreta De Martino. "Todo era un poco ecléctico, la gente venía a un par de reuniones y luego se tiraba una temporada sin aparecer. Cuando fundamos el partido, eso sí, ya teníamos el apoyo de unas 30 o 40 personas que nos conocían de esas citas", matiza Blanco.

Decidieron dar el paso tras la multitudinaria manifestación feminista del pasado 8 de marzo. "Esa marcha histórica nos hizo ver que algo estaba cambiando", dice De Martino. El 31 de octubre del año recién terminado, las seis fundadoras registraron oficialmente el nuevo partido, aunque rechazan en parte que se les considere como una formación feminista. "Se da la circunstancia de que somos seis mujeres y punto. Caso aparte es que a día de hoy tengamos que llamar feminista a un partido, como si la política a día de hoy pudiese entenderse sin un acercamiento feminista. No todos tienen todavía esta visión, claro, pero en los años que corren cualquier partido debería serlo. Calificarnos así a nosotras es una obviedad", concretan, aunque sí reconocen que buscaron adrede una notaría con una mujer al frente para registrar oficialmente al partido. "Fue nuestra forma de seguir la gracia cuando nos dimos cuenta de que éramos todas chicas. Luego resultó que solo hay una mujer notaria en todo Gijón y movimos cielo y tierra para encontrarla", admite Blanco.

Por Gijón trabaja ahora en la convocatoria de lo que será su primer congreso oficial, en el que se sentarán las bases del partido y se nombrarán a los miembros de su directiva. El grupo prepara su presentación oficial en rueda de prensa y trabaja, "sin prisa pero a buen ritmo", en lo que será su programa electoral. A falta de una lista completa de propuestas, las fundadoras adelantan cuáles serán sus objetivos: el localismo y la política de acción. "El gobierno de una ciudad debe trabajar para ella. La gente ya no cree en los políticos porque no los ven como algo útil para sus vidas. Pero es que en realidad la política se supone que va de eso, de arreglar la luz fundida de la farola y cambiar la baldosa rota por una nueva. Nuestras políticas de acción serán prácticas y tendrán en cuenta las necesidades particulares de Gijón", resume De Martino.

Tampoco están contentas con el actual trazado de las líneas de transporte público ni con la iluminación de algunos barrios, así que estudian medidas urbanísticas que tengan en cuenta un enfoque de género. "Las mujeres, hablando en términos muy generales, tienen que utilizar más el transporte porque tienen más cargas familiares y más tareas, pero en general creemos que las líneas de autobús que tenemos ahora mismo no son prácticas para nadie. Lo mismo pasa con la mala iluminación; es especialmente peligroso para nosotras, pero ningún vecino quiere tener su calle a oscuras. Se podría organizar el espacio de Gijón de forma más inteligente", dice Blanco.

Lo más urgente en su lista de preocupaciones, no obstante, es la contaminación. "El equipo de gobierno debería tener una línea directa y de transparencia con las empresas industriales. Se deberían revisar todas las concesiones para exigir el cumplimiento estricto de lo acordado. Hay que continuar con la instalación de medidores de partículas y estar más pendiente de lo que se vierten a nuestros cauces fluviales", aseguran. "Fingir que la contaminación en Gijón no es un problema ya no es solo un peligro para los propios habitantes, sino también una forma de espantar un sector tan importante para la ciudad como es el turismo. No estamos dando buena imagen y de nada sirve ocultarlo", completa Teplicka.

Aunque ni siquiera se han presentado de forma oficial como partido, lo cierto es que la incorporación de David Alonso -que dejó su acta de concejal como representante de Xixón Sí Puede y abandonó Podemos para incorporarse al proyecto- ya les ha puesto en boca de muchos. "Nos costó mucho a todas convencerle para que se uniese a nosotras porque sabíamos. Los comentarios absurdos que sueltan algunos no tienen nada que ver con la realidad", reconoce Blanco. "Este partido sale de la sociedad civil; ninguna de nosotras ha trabajado jamás en la política. David nos puede ayudar mucho en eso y para nosotras ha sido una bendición. Fue siempre honesto con las discrepancias con su anterior partido y trabajó para cerrar sus proyectos hasta que llegó el momento de decir: hasta aquí, señores. Su forma de actuar fue completamente intachable", remata De Martino.

Por Gijón empieza ahora a trabar consciente de que el incipiente grupo ya está recibiendo sus primeras críticas por "tratar de atomizar aún más la izquierda", según reconoce Blanco. "Claro que somos un partido de izquierdas, pero a un vecino de Gijón poco le van a importar las teorías políticas de hace dos siglos. A veces da la sensación de que en la izquierda tendemos a quedarnos en un plano teórico, a defender un discurso que de tan amplio y tan general acaba por perder el sentido cuando se aplica en una ciudad concreta. Nosotras apostamos por un proyecto político exclusivamente local y más realista; queremos arreglar lo que se rompa y limpiar lo que se ensucie", sentencia.

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