El modisto y empresario Adolfo Domínguez (Puebla de Trives, 1950) estuvo ayer en Gijón, en la antigua Escuela de Comercio, para presentar "Juan Griego", una novela en verso sobre un oficial de la Armada argentina que publicó por primera vez en 1993 y que ha revisado en una nueva edición.

Domínguez, propietario en la actualidad de numerosas tiendas en más de cuarenta países, ha sido testigo del vertiginoso cambio de la moda española en los últimos cuarenta años, faceta de la que charló ayer con LA NUEVA ESPAÑA. "La forma de vestir ha cambiado radicalmente. Antes, en toda Europa, no sólo en España, la gente vestía de una forma muy rígida. Poco a poco se fue introduciendo ropa más relajada, más casual, hasta el punto de que hoy vas por la calle y la gente va como si fuera al gimnasio", afirma.

El orensano fue uno de los grandes contribuyentes a este giro, rescatando el lino y abogando por un estilismo más desenfadado, que él mismo bautizó con el eslogan "la arruga es bella", que revolucionó la moda española a principios de los años ochenta. "La gente devolvía la ropa a las tiendas porque no estaba lisa, era una obsesión", señala.

Además de esta transformación en la estética, Domínguez subraya los cambios en la configuración de la propia industria, que se volvió mucho más abierta y global. "Cuando yo empecé, hace cuarenta años, España era un mercado completamente cerrado. Poco a poco nos fuimos abriendo a Europa, primero, y después al resto del mundo", explica. Este paso tuvo un gran impacto sobre el día a día de las empresas textiles. "De repente todo cambió, la producción en las fábricas, la distribución, pasamos a vivir en un mundo globalizado", afirma.

El modisto es un gran abanderado de los tejidos ecológicos, y desde sus inicios mostró una gran preocupación por el bienestar del planeta. "Es una línea que he seguido siempre, fuimos pioneros en la utilización de tejidos ecológicos. Ahora es mucho más fácil apostar por un moda sostenible porque la preocupación ha crecido enormemente entre la gente, que ve que el Pacífico está lleno de plástico", explica.

El empresario se atreve a predecir que en unos años el plástico desaparecerá de la industria, "como en el sector alimentario, en el que de aquí a dos años no se podrá envasar con este material", afirma.

Domínguez tiene en la actualidad 470 puntos de venta repartidos por toda España, en los que vende prendas femeninas, masculinas, accesorios, perfumes y cosméticos. Su último lanzamiento ha sido la línea "U", pensada para el público joven.