Vecinos de El Polígono denuncian el "uso indiscriminado" del circuito de bici extrema -pump track- del barrio antes incluso de ser inaugurado. Además, enfatizan los usuarios de la instalación, se está utilizando de forma inadecuada, por "monopatines e incluso motos". Y dicen más: "Aprovechan la instalación para hacer 'botellón'", mostrando como prueba botellas de cristal tiradas en el circuito.

Así, vecinos y usuarios piden vallar convenientemente el lugar -actualmente sólo existe un vallado de obra, fácilmente franqueable- para "garantizar la seguridad" y evitar que pueda suceder en su interior algún tipo de incidente derivado de su mal uso. Del mismo modo, entienden que se ha de proteger el circuito hasta la finalización efectiva de las obras. "Hay que garantizar el correcto secado de las capas de material que quedan por poner", explican.

"Tenemos que estar encima para que no haya problemas y se pueda deteriorar un circuito que ni siquiera está inaugurado", aseveran. Por ello, piden a la policía que patrulle por la zona, para evitar que se puedan colar en el interior de la instalación. "Cuando vemos a gente dentro, llamamos, pero no es suficiente", analizan los usuarios de la instalación. Además, piden que se pongan carteles explicativos indicando las condiciones de uso para de esa forma evitar malas praxis que puedan llevar a accidentes.

El circuito de bici extrema es una de las peticiones más añejas de El Polígono. Su construcción fue aprobada en los presupuestos participativos de 2016 pero no fue hasta hace unas semanas cuando se comenzó. Ahora confían en que pueda finalizar en próximas fechas.