Las últimos décadas del urbanismo gijonés los dividió anoche en tres partes bien diferenciadas el doctor en Historia Héctor Blanco, en una conferencia titulada "El espacio urbano en Gijón, 1994-2019: de la regeneración a la degradación", que pronunció en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. A saber: regeneración urbana (de 1979 a 2005), neodesarrollismo (de 2006 a 2011) y parálisis y degradación (a partir del año 2011 y la llegada a la Alcaldía de la forista Carmen Moriyón Entrialgo).

En la primera, el historiador reivindicó "dos figuras fundamentales": José Manuel Palacio Álvarez y Ramón Fernández-Rañada Menéndez de Luarca, el primero desde el punto de vista político y el segundo en el plano técnico.

Afirmó Héctor Blanco que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1986, realizado por Rañada y su equipo, tuvo "un enorme acierto", dado que en el mismo lo fundamental fue "poner orden" y "coser" la entonces dispersa trama urbana de la ciudad. Y el objetivo "lograr un modelo de ciudad compacta y respetar la zona rural"

Luego, a partir de 1987 y durante los siguientes doce años, con el alcalde Vicente Álvarez Areces "se hizo una ciudad nueva". En este apartado, destacó el conferenciante un buen número de obras ejecutadas, pero "este ciclo positivo entró en uno negativo" durante los tres mandatos de la alcaldesa Paz Fernández Felgueroso, en los que los tribunales, recordó el historiador, tumbaron dos planes de ordenación.

En cuanto al futuro, Héctor Blanco destacó dos grandes proyectos "que fallaron" y que, por el momento, se desconoce si podrán materializarse: la finalización del Plan Integral de Saneamiento de 1991 y el plan de vías, con la construcción de una estación intermodal. Y de lo que se hizo puso en duda la utilidad de la ampliación del puerto exterior de El Musel y de la Zona de Actividades Logísticas de Asturias (Zalia) y criticó la reforma de la antigua Universidad Laboral, especialmente la caja escénica de su teatro.

En el tintero quedó, señaló Blanco, el proyecto "Salamandra", un balneario en La Ería del Piles, "una idea muy buena", y puso en contraposición, como edificio que se tendría que derribar, el balneario levantado en Fomento. Por contra, criticó el derribo de la antigua Escuela de Peritos.

Y de los últimos ocho años de Foro en el gobierno de la ciudad Héctor Blanco destacó "lo poco que se hizo". Con varias fotografías mostró lo que, en su opinión, ha sido "el abandono y la falta de conservación".