La reforma de los Jardines de la Reina que impulsa la Autoridad Portuaria de Gijón incumple los niveles de protección que como jardín histórico a esta popular zona de la ciudad el Catálogo Urbanístico de Gijón. Una protección integral -la máxima de las tres existentes- que se le concedió en 2010 y está ratificada en la revisión del Catálogo, recién aprobada por el Pleno junto al Plan General de Ordenación. La voz de alarma la acaba de dar el historiador Héctor Blanco, uno de los mejores conocedores de la arquitectura y el urbanismo local, y ha llevado a IU a movilizarse en el Ayuntamiento. Aurelio Martín lleva el tema a la comisión de Urbanismo de mañana con la intención de conseguir los informes y sus conclusiones, si los hubiera, emitidos por la comisión del Catálogo y la consejería de Cultura. El objetivo es evitar un incumplimiento del Catálogo que pueda generar un antecedente y, además, que ese incumplimiento se haga desde una administración.

Más allá de la protección puntual que tengan los árboles de la zona -sobre todo palmeras y dracenas- y algún elemento del mobiliario urbano como las farolas y el reloj, los Jardines de la Reina tienen en el Catálogo ficha propia con una protección de nivel 1 o integral. Eso supone que no se puede tocar el diseño original, en cuanto al reparto de espacios verdes y zonas de paso, que hiciera el reputado jardinero donostiarra Pedro Múgica para festejar la visita a la ciudad de la reina regente María Cristina y su hijo Alfonso XIII en 1900. A día de hoy, se indica en la ficha del Catálogo, "apenas se ha alterado aquel diseño que, en esencia, conserva las trazas heredadas".

La alteración sí llegará, denuncian Blanco y Marín, de ejecutarse el proyecto que la ingeniería Cemosa realizó para la Autoridad Portuaria y que es la base de la licitación de la obra por cerca de 400.000 euros. Blanco habla directamente de una actuación que "desbarata el trazado original de los jardines" y se muestra tan preocupado como extrañado por el hecho de que en la memoria de la obra, publicitada por el Puerto, se explica que el punto de partida del nuevo diseño es un proyecto redactado por el servicio de parques y jardines del Ayuntamiento gijonés.

No entiende el historiador que sea el propio Ayuntamiento quien obvie la situación de protección que él mismo ha fijado para ese espacio. Y es que ninguna referencia hay al Catálogo en todo el documento de obra del Puerto. Blanco habla de un proyecto "irreversible e incongruente y, lo que es más grave, que puede generar un antecedente peligroso" en la protección urbanística.

Ni el historiador ni IU están en contra de una reforma que mejore ese espacio. Sobre todo en lo que tiene que ver con la integración del carril bici y con el arreglo de pavimentos y elementos físicos muy deteriorados. Su rechazo se centra en la agresión que supone para los criterios de protección histórica que le concede el Catálogo a "uno de los enclaves más emblemáticos de la ciudad gijonesa", como se indica en la propia ficha. Este es el segundo tropiezo de esta reforma que ya cosechó una oposición vecinal al eliminar el veterano quiosco de prensa. Decisión a la que se dio marcha atrás.

Los Jardines de la Reina son uno de los cuatro espacios públicos protegidos por el Catálogo en la zona centro en lo que tiene que ver con espacios ajardinados. Los otros tres son el paseo de Begoña, la plaza de San Miguel y la plazoleta del arquitecto Díaz Omaña. El listado total incluye también el parque de Isabel La Católica, el jardín de la Isla, el Jardín Botánico y los jardines de la Universidad Laboral.