A las cuatro y media de la madrugada del sábado un vecino de Gijón de 58 años atracó un bar del barrio del Natahoyo. Reventó la entrada con una tapa de alcantarilla y, una vez dentro, forzó la máquina tragaperras para llevarse su recaudación. De lo que el caco no logró percatarse fue de que una sereno de la ciudad, que se encontraba haciendo ronda por las calles del barrio, vio cómo huía a la carrera del establecimiento. Su labor como testigo ha permitido que el acusado fuese detenido por la Policía Nacional.

La mujer pudo ver perfectamente cómo el acusado corría en dirección a La Calzada después de haber reventado el escaparate de cristal del local con la alcantarilla. Ella misma llamó inmediatamente a los agentes, según registra el propio informe policial, y les describió al autor del delito "de forma pormenorizada", aportando incluso "detalles de su vestimenta que fueron determinantes para su localización". El detenido, al final, fue interceptado en la calle Cuba del barrio de La Calzada. Tiene antecedentes de delitos contra el patrimonio.