La escasez de sacerdotes jesuitas comienza a notarse de forma evidente en la ciudad. Primero fue la parroquia y ahora es la comunidad de jesuitas del colegio Inmaculada se cerrará al final de este curso. Los religiosos que están el centro educativo serán destinados a otras comunidades de la provincia. En los últimos meses, el provincial de España, Antonio España, tras recibir la aprobación del Padre General, Arturo Sosa SJ, sobre este cierre, se lo ha ido notificando al arzobispo de Oviedo, al claustro y a las asociaciones de Antiguos Alumnos, APA y miembros de la Plataforma Apostólica de Asturias.

Las causas de esta decisión son varias, según explican fuentes de la compañía en una nota de prensa. “Por una parte, hoy el número de jesuitas es menor que en otras épocas, y ello conlleva la necesidad de ir adaptando las presencias”. “En los últimos años han fallecido varios compañeros, algunos de ellos verdaderos pilares de la comunidad, y otros tuvieron que ser trasladados por motivos de salud”, añaden. Por otra parte, “va siendo una opción cada vez más frecuente el separar comunidades y obras. Hoy se ve más conveniente el ir agrupando las comunidades de jesuitas en nuestra región en menos lugares, desde los que seguir presentes en las distintas instituciones en las que trabajamos. En Gijón la comunidad jesuita seguirá presente en El Natahoyo”, aseguran.

“El cierre de la comunidad no implica un cambio en la gestión del colegio. Por una parte, la labor más explícitamente pastoral centrada en la parroquia de la Inmaculada ya disminuyó cuando hace dos años se suprimió dicha parroquia”.