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Indultan a un gijonés condenado por robo al que empujó su adicción a las drogas

En el momento en que se conoció la pena el hombre había pasado por los programas de Proyecto Hombre para su rehabilitación

El Palacio de Justicia de Gijón. M. L.

Un vecino gijonés de 45 años condenado por un delito robo, concedida recientemente a instancias de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que ha optado por indultarle y sustituir la pena por trabajos a beneficio de la comunidad. "Atendiendo a las circunstancias del condenado y de acuerdo a la información que obra en el citado expediente, concurren razones de justicia y equidad para conmutar la pena privativa de libertad", reza la resolución emitida tras la deliberación del Consejo de Ministros, que apreció la drogadicción del beneficiario para conmutarle la pena.

Este hombre, natural de Barcelona, pero afincado en el barrio de Laviada, cometió un hecho ilícito en Gijón en febrero de 2014. Restaban diez minutos para las doce de la noche cuando abordó a una mujer que paseaba en la calle San Melchor de Quirós. Por el método del tirón le arrebató el bolso, que contenía un teléfono móvil, un monedero de 30 euros, documentación personal, una tarjeta de crédito y un sobre de una sucursal bancaria con 700 euros. La Policía le detuvo poco después, en la calle Muelle de Oriente y se pudieron recuperar los objetos sustraídos. Durante su asalto, la víctima no sufrió daño alguno.

El responsable padecía una fuerte adicción a las sustancias estupefacientes que estaba tratando de superar en Proyecto Hombre. En el juicio, celebrado al año siguiente de los hechos en el Juzgado de lo penal número 2 de Gijón, el ministerio fiscal y la defensa, ejercida por el abogado José García-Ovies Sarandeses, alcanzaron un acuerdo en la vista oral por la que se le impuso la pena de un año de cárcel por un delito de robo con violencia e intimidación concurriendo la circunstancia atenuante de drogadicción. "Pese a que la condena era de un año tenía antecedentes penales y no se podía suspender la condena", explica su abogado, que siguió peleando por lograr evitarle la cárcel.

Su cliente era adicto a las drogas en el momento de los hechos. De hecho, fue su toxicomanía la que motivó la comisión del delito. No obstante, poco después comentó a rehabilitarse. En el momento de esta condena, del año 2015, este vecino de Gijón se encontraba ya superando su adicción gracias a los programas que impulsa Proyecto Hombre y entrar en prisión podría suponer un notable perjuicio en su recuperación y facilitar una recaída en el consumo de sustancias estupefacientes. "Cometió los hechos por su toxicomanía, pero estaba rehabilitado, deshabituado ya casi por completo al consumo de las drogas e incluso se había puesto a trabajar", explica José García-Ovies Sarandeses.

El letrado, al ver que el Juzgado no le concedía la suspensión de condena que existe para toxicómanos, recogida en el artículo 80.5 del Código Penal, apeló al Consejo de Ministros para lograr su indulto. "Se pidió al poco de conocer la sentencia y tras la ejecutoria, pero es cierto que ha tardado mucho en tramitarse; teníamos que intentarlo, aunque se conceden poquísimos indultos, pero para nuestra sorpresa lo hemos logrado", añade, satisfecho, el abogado. "Era de justicia", confirma.

La decisión del Consejo de Ministros sustituye esa pena privativa de libertad pendiente de cumplimiento por otra de tres meses de trabajo en beneficio de la comunidad, a condición de que continúe el tratamiento iniciado hasta su completa finalización.

También ponen como condición que este hombre afincado en Gijón "no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de dos años desde la publicación del real decreto".

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