La densa niebla obligó esta mañana, de nuevo, a izar la bandera roja en las playas de Gijón ante el peligro que conlleva para los bañistas la escasa visibilidad desde la orilla. Desde bien temprano la bruma se apoderó de los principales arenales de la ciudad pero, eso sí, acabó despejando y a mediodía ya se adivinaba una buena tarde de playa.

Los miembros del equipo de Salvamento optaron por izar la bandera roja en las playas pese al estado del mar, en completa calma como viene siendo habitual en los últimos días del verano gijonés. No obstante, al ser prácticamente imposible divisar nada unos metros mar adentro desde la orilla han decidido impedir el baño a los usuarios. La bruma ya chafó hace unos días el baño a muchos turistas y ciudadanos gijoneses.