"La directiva del Sporting es la que más y mejor relación tiene con su grupo ultra de todo el fútbol profesional en España". Así lo aseguraron los portavoces del Observatorio Contra la Violencia, el Racismo y la Intolerancia en una asamblea en la que se debatió sobre el informe "Ultraboys: violencia y neonazismo en Gijón", recordando que el grupo está considerado por la comisión antiviolencia desde hace dos años como un "grupo violento".

En la asamblea, se explicó que la "connivencia" existente entre la directiva sportinguista y el grupo ultra tiene dos vertientes "miedo y complicidad", relatando además cómo una de las formas de financiación del grupo es "la reventa de entradas que el club les regala".

Con todo, se enfatiza que "el fondo sur de El Molinón es la cuna del movimiento neonazi de Asturias", explicando que "este es el grupo de reunión y aglutinador, bajo el paraguas del fútbol como coartada y del Sporting como paraguas". Así, se especifica que "hay que cortar el cordón umbilical con el Sporting para poder aislarlos y facilitar su disolución". Y es que, explican, "el Sporting, en Gijón, trasciende del fútbol, es la religión laica de la ciudad".

Para poder acabar con este grupo, el Observatorio pide la "implicación de todas las administraciones: Ayuntamiento y Delegación del Gobierno", remarcando que el estadio El Molinón "es de titularidad municipal, con lo que es responsabilidad del Ayuntamiento dar un paso adelante.

La asamblea sirvió igualmente para apoyar a las personas agredidas en los altercados que tuvieron lugar en el pub La Folixa de Cimavilla, donde varias personas fueron agredidas "y tuvieron la valentía de ser las primeras en denunciar y desenmascararlos". En el juicio por estos hechos, que se celebrará el próximo 16 de octubre y donde habrá concentraciones de apoyo, los ocho agresores, vinculados a grupos ultras, se enfrentan a penas de hasta seis años y medio de prisión.