El Hospital de Cabueñes empieza a recuperar poco a poco su ritmo habitual. Ayer, en el turno de tarde, la séptima planta impar habilitó de nuevo las 30 camas que llevaban utilizadas desde el verano, un parón habitual en los meses estivales por el descenso de la presión asistencial. Gerencia había intentado abrir ya la planta la semana pasada después de que los sindicatos alertasen del alto número de camas supletorias repartidas por el edificio, pero varias enfermeras en paro rechazaron el puesto (el contrato duraba sólo siete días) y la planta tuvo que abrirse con la mitad del personal y la mitad de las camas que podía albergar.

El personal tenía previsto solicitar de nuevo esta semana la reapertura completa de la zona por la alta ocupación de las últimas tres semanas, que se incrementó por haberse reinstaurado el nivel de actividad quirúrgica en turno de mañana y de tarde y, por tanto, aumentasen también el número diario de altas e ingresos de enfermos. Ayer, por ejemplo, el edificio amaneció con 16 camas supletorias (que son las que triplican habitaciones dobles e instalan a un tercer paciente en ellas, sin mesita de noche ni armario propios) y otras 20 de las denominadas "camas D", que son las que duplican las habitaciones individuales.

La reapertura se empezó a estudiar el pasado miércoles, cuando en Cabueñes se acumularon hasta 42 habitaciones triplicadas (un pico que sólo es habitual en época de epidemia de gripe), pero gerencia se topó con que buena parte de los demandantes de empleo, sobre todo enfermeros, rechazaron la oferta de incorporarse al hospital entre el citado 25 de septiembre y hasta el día 1 de octubre. La jefatura, para eliminar al menos parte de sus camas supletorias, aceptó contratar a la mitad de la plantilla necesaria y habilitar solo una quincena de camas. Ayer, la fecha prevista para la incorporación del personal asignado a la planta (durante el verano se redistribuyen por el resto del edificio para suplir vacaciones y reforzar servicios según la necesidad), permitió habilitar todo el área en condiciones normales.

Veteranos sancionados

El asunto que todavía queda pendiente, ahora, es la situación de los alrededor de 60 enfermeros veteranos del área V sancionados y que previsiblemente no podrán acceder a una vacante fija por haber rechazado otros puestos a lo largo del año. El grupo tiene un contrato eventual que se renueva año a año y, según los pactos de contratación del Sespa, este tipo de empleados pueden ser "vetados" por el sistema si rechazan alguna oferta de trabajo. Ellos lo hicieron para evitar posibles ceses o traslados, pero no esperaban que el Principado fuese a convocar este mismo año las nuevas 105 vacantes de Enfermería asignadas al área V. Según los sindicatos, gerencia todavía no ha notificado si aplazará la fecha de adjudicación de plazas para incluir al grupo o si mantendrá los tiempos estipulados. Legalmente, no estaría obligada.