La compañera de Jorge Aquilino Llamedo, el hombre asesinado a golpes en su casa de Lloreda, ha declarado esta mañana ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón como testigo del brutal crimen. "Estaba en casa, me asusté mucho y me escondí debajo de la cama; luego llamé a la Policía", apuntó la mujer ante la jueza, igual que mantuvo desde el hallazgo del cadáver.

El único acusado del crimen, amigo y excompañero de celda de su víctima, también se encuentra en dependencias judiciales desde las nueve de la mañana. Será la magistrada instructora quien resuelva sobre su futuro más inmediato.

El detenido por el crimen huyó de la casa de su víctima antes de la llegada de los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, a quien pertenece la zona de la carretera de Lloreda a Porceyo donde ocurrió todo. Ya de madrugada, después de que la compañera de Jorge Aquilino Llamedo les pusiese sobre la pista de este individuo, realizaron batidas por la zona para ver si le localizaban. No obstante, horas después del hallazgo, ya por la tarde, lograron encontrar al principal y único sospechoso de este violento suceso. Una vez arrestado fue trasladado a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil en Gijón, ubicadas en Contrueces.

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Un hombre de 62 años aparece muerto en su casa gijonesa de Porceyo

Tras pasar la noche en los calabozos, y mientras los agentes del Instituto Armado remataban los informes correspondientes de la investigación para remitirlos al juzgado, se le tomó declaración ayer por la tarde. No era la primera vez que este individuo pasaba por un procedimiento similar. Al contrario, ya fue detenido hace años por la comisión de un delito violento que conllevó una larga estancia en prisión. Fue allí donde compartió celda con su víctima, que después le acogió en su casa de Lloreda y con el que mantenía negocios turbios y ajenos a la legalidad. Fruto de uno de esos asuntos marrulleros llegó la discusión que acabó en una brutal paliza.