Masaveu Industria ha inaugurado este lunes en la dársena exterior de El Musel una nueva terminal de graneles sólidos en la que ha invertido 5,5 millones de euros y que le permitirá mover un millón de toneladas al año, además de mejorar la eficiencia y sostenibilidad ambiental de los procesos.

La nueva terminal, con la que Masaveu Industria afianza su actividad en Asturias, facilitará la labor exportadora de productos sólidos como el clínker, la escoria siderúrgica molida y granulada, cementos, cales y la ceniza volante que llevan a cabo las sociedades Cementos Tudela Veguín y Escorias y Derivados.

La nueva instalación, que dispone de una superficie de 4.500 metros cuadrados levantados sobre una parcela de 14.000, cuenta con tecnología avanzada para evitar y minimizar efectos medioambientales derivados de la actividad desarrollada.

Con una capacidad de almacenamiento de hasta 50.000 toneladas de materiales de granel, la nueva instalación cuenta con filtros de mangas encastrados en la nave para absorber el polvo que pudiera generarse durante el manejo de los materiales sólidos.

Además, la nueva terminal dispondrá de dos máquinas automáticas para el movimiento de granel destinadas a la carga de buques.

El presidente del Grupo Masaveu, Fernando Masaveu, ha afirmado que estas instalaciones significan la "pervivencia" de la distribución y comercialización de cemento gris que el grupo lleva desarrollando en Asturias desde 1898.

"Es un paso más en la política de grandes inversiones en sostenibilidad y medio ambiente", ha resaltado Masaveu, que ha indicado que, con una capacidad para mover un millón de toneladas al año, la terminal utiliza las más avanzadas técnicas de carga de graneles pulverulentos cumpliendo la normativa medioambiental más exigente de la UE.

Según ha dicho, esta nueva infraestructura es "la solución medioambiental óptima para el transporte limpio de los productos" y hará que la actividad cementera en El Musel sea más sostenible ecológicamente, eficiente en consumos energéticos y económicamente más viable.

Todo ello en unos tiempos en los que los mercados cementeros asturianos solo consumen el 6 por ciento de la producción, de modo que la exportación y la competitividad son "elementos esenciales" para la supervivencia de la fábrica de Aboño y la consolidación de sus puestos de trabajo.

El presidente del Gobierno asturiano, Adrián Barbón, ha afirmado que estas instalaciones corresponden a una empresa vinculada a Asturias y "dispuesta a trabajarse el porvenir", ya que ha hecho importantes inversiones para adaptarse a las exigencias medioambientales.

Barbón, que ha defendido concebir la ampliación de El Musel como una "gran plataforma de oportunidades" para el desarrollo industrial de Asturias, ha defendido compatibilizar la consolidación industrial y la protección del medio ambiente porque en ese propósito "se dirime en buena medida el futuro económico de Asturias".

"Es mentira que tengamos que elegir entre industria y medio ambiente, entre crecimiento y empleo por un lado y salud y ecología por otro", ha defendido Barbón, que ha vuelto a insistir en la aprobación del estatuto para las industrias electrointensivas y en que el gobierno central adopte medidas para abaratar el coste de la electricidad a este tipo de empresas.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Laureano Lourido, ha confiado en que a esta primera concesión en el área portuaria seguirán otras que dotarán de "funcionalidad creciente" a unas infraestructuras con "las mayores posibilidades para hacer frente a los retos económicos" del campo portuario a los que obligará el siglo XXI.

La alcaldesa de Gijón, Ana González, ha mostrado su confianza en la explotación sostenible de los recursos marinos mediante la economía azul, pero también a través de la actividad del puerto, un agente "estratégico" sin el que no se puede entender lo que sucede a Gijón y a Asturias, máxime en un contexto en el que "urge" ampliar las conexiones logísticas internacionales.