"Tenía que hacer una llamada urgente a mi madre". Esta fue la explicación que un gijonés de 45 años dio a la policía cuando le detuvieron después de robar el teléfono móvil de la empleada de una librería del barrio de Laviada en la que había entrado poco antes. Este individuo, que cuenta con un amplio historial delictivo, fue arrestado días antes después de otro hurto en un colegio de la zona.

La nueva investigación se inició a raíz de las denuncia de la encargada de la librería en la que advertía del robo de su teléfono. Cuando llegaron los agentes, del Grupo de Hurtos de la Policía Nacional, les dio una detallada descripción del sospechoso, tanto de sus rasgos físicos como de la vestimenta que llevaba. Gracias a eso pudo ser identificado y detenido poco después en la calle Carlos Marx, donde se excusó diciendo que debía llamar a su madre de forma urgente y que su intención era devolver el teléfono.

Tablet y cartera

Días antes ya había entrado en un colegio del barrio y de allí se llevó una tablet y una cartera de una de las profesoras. Había accedido a las instalaciones y aprovechó que los alumnos se encontraban en clase de educación física para llevarse las pertenencias. Este hombre acumula ya 25 detenciones por delitos contra el patrimonio y contra las personas.