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ROBERTO MARTÍNEZ ORIO | Jefe de investigación de recursos minerales del IGME

"Tal vez la mejor solución sea llevar el gas de Asturias en barco al mar del Norte"

"Europa promueve que las industrias se unan para enviar su CO2 a yacimientos submarinos"

Roberto Martínez Orio. MARCOS LEÓN

Roberto Martínez Orio, jefe de área de investigación de recursos minerales del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) presentó ayer en Gijón el estudio sobre almacenamiento geológico de CO2.

- ¿Qué países son punteros?

-El almacenamiento geológico se empezó a desarrollar en los campos de hidrocarburos de Noruega en el mar del Norte, donde de forma natural ya hay una presencia de CO2 en los yacimientos de hidrocarburos y al separarlos del gas natural se decidió reinyectarlo en el subsuelo para no contribuir al efecto invernadero. Actualmente se desarrollan proyectos a escala industrial en EE UU, Australia y Argelia.

- ¿En España?

-Como no somos un país petrolífero, nuestras posibilidades se ven limitadas a los acuíferos submarinos profundos, que son yacimientos muy parecidos a los de hidrocarburos, pero que en vez de contener petróleo o gas, contienen agua salada. En los primeros estudios que hemos venido realizando en el Instituto Geológico y Minero, la capacidad de almacenamiento del país sería suficiente como para poder desplegar estas tecnologías.

- ¿Y en Asturias?

-En Asturias se han valorado especialmente las posibilidades de almacenamiento en capas de carbón profundas y nunca explotadas en la cuenca central, a un kilómetro de profundidad. En cuanto a los acuíferos profundos estarían ubicados en la zona nororiental de Asturias, entre Llanes y Unquera, tanto en tierra como en la plataforma marina.

- ¿Por qué es necesaria tanta profundidad?

-Por dos motivos. Por seguridad, para impedir que el CO2 vuelva a la atmósfera y por el espacio que ocupa y porque con la presión y temperatura que hay a esas profundidades la densidad del CO2 se acerca a la del agua, con lo que ocupa entre 300 y 400 veces menos espacio que en superficie.

- Póngame un ejemplo sobre la capacidad de almacenamiento que tenemos en Asturias.

-Sólo en lo que respecta a las capas profundas de carbón se ha calculado en 130 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a las emisiones durante cuarenta años de la central térmica de Aboño.

- ¿Cómo se captan las emisiones de una industria?

-Separando el CO2 del resto de gases que se emiten y transportándolo mediante una tubería al lugar de almacenamiento.

- ¿Coste?

-Grande. Ese es uno de los motivos por los que no se pone en práctica esta tecnología.

- ¿Y en el futuro?

-Todo dependerá de la capacidad de experimentación que se tenga para abaratar los costes. En eso se está trabajando en EE UU y Australia. La mayor parte del coste de toda la operación, captura, transporte y almacenamiento, está al principio, en la captura, en separar el CO2 del resto de gases.

- ¿Hay alternativas al almacenamiento subterráneo?

-Esa es otra línea en la que se está trabajando, que en lugar de que el CO2 sea un residuo, tratar de darle un uso para que su captura tenga un retorno económico. Se está trabajando en su uso en la industria química para producir, por ejemplo, metanol o polímeros, incluso su uso en industria alimentaria. Pero hasta el momento el volumen de uso del CO2 es mucho menor que el que necesitaríamos capturar en las grandes industrias.

- ¿Y exportarlo?

-Es otra de las cosas que se está valorando. En el caso de Asturias una de las opciones que se maneja es que tal vez la mejor vía para solucionar el problema de las emisiones de CO2 sea capturarlo y embarcarlo en buques parecidos a los que transportan el gas natural, y enviarlo a los campos petrolíferos y de gas natural que se explotan en el mar del Norte. Se está buscando su viabilidad económica.

- ¿Quién lo está valorando?

-Se están haciendo proyectos de investigación a escala europea, de los programas Horizonte 2020 de la Comisión Europea, en los que se está valorando que haya una serie de nodos en Europa, de hubs como los llaman ellos, en los que la concentración de industrias favorezcan el que se desarrolle este tipo de tecnologías de manera conjunta, mediante sinergias entre las distintas industrias, para que se construya una red de captura y almacenamiento de CO2.

- ¿Y en lo que respecta a Asturias?

-Se está valorando dentro de esos proyetos europeos, lo estamos desarrollando desde el IGME en colaboración con otros centros de investigación como el CIEMAT y con la colaboración de universidades y consultas periódicas a las industrias, para analizar la viabilidad técnica y económica.

- ¿Hay interés de la industria?

-Muestra interés en conocer los avances, pero simplemente como espectador.

- ¿La clave es económica?

-Tenemos que tratar de saber cuál de todas las alternativas que estamos barajando es más rentable.

- ¿Plazos?

-Si hubiera voluntad, este tipo de tecnologías podría ponerse en marcha en cinco o siete años. Para ello tienen que admitir esta tecnología tanto la industria como las administraciones públicas. Eso abriría la posibilidad de mantenimiento de estas industrias a largo plazo. El tema de las térmicas es más complicado, porque lo que se está procediendo es al cierre de las de carbón. El mayor campo de aplicación de estas tecnologías en España y Europa es en la siderurgia y en las cementeras. La única vía para descarbonizar esas industrias es capturar el CO2 y su almacenamiento.

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