Tensión en El Musel por la descarga de un granelero. Los estibadores del puerto gijonés impidieron el intento de acelerar la descarga del barco por parte de trabajadores de Marprin, en una situación que personal de esta empresa asegura que lo único que faltó fue llegar a las manos.

El conflicto se desató en la madrugada de ayer en el muelle norte de la ampliación portuaria. Desde la compañía habían solicitado dos manos de estibadores, para acelerar la descarga del barco utilizando dos grúas, pero sólo estaba disponible una. La previsión era que el barco, con 24.000 toneladas, hubiera podido quedar descargado a las nueve de la noche. A las cinco de la madrugada seguía sin haber concluido la operación y entonces un grupo de trabajadores de Marprin, por indicación de su empresa, acudió al muelle para acabar la descarga del barco, algo que les impidieron los estibadores.

Las versiones sobre el origen del conflicto son divergentes. Personal de la empresa afectada apunta que los estibadores prefirieron atender otros tráficos y que los que sí fueron a descargar el barco no se aplicaron con el ritmo habitual. Añaden que la legislación les permite hacer tareas de estiba y desestiba cuando las mismas no pueden ser atendidas por los estibadores.

Trabajadores portuarios lo ven, en cambio, de otra forma y señalan que todos los trabajadores fijos de la estiba estaban ocupados en tareas en el Puerto, para la descarga de cereales, embarque de productos siderúrgicos, de grandes sacos de cemento y contenedores, además del barco de carbón del muelle norte, el "Melina". La totalidad de la plantilla fija de estibadores estaba ocupada, si bien este colectivo también cuenta con eventuales que podrían haber estado disponibles para reforzar. Los estibadores eventuales acuden dos veces al día a El Musel, a primera hora de la mañana y de la tarde, donde les dan ocupación o los envían de vuelta a sus casas.

Puntual

El quebranto para la empresa por no haber podido descargar el barco en el plazo previsto es considerable. Cada día de retraso supone el abono de unos 30.000 euros extra al armador del barco. Y el "Melina" probablemente no podrá acabar de descargarse hasta mañana lunes. A eso se suma, que para ese día está prevista la llegada al mismo emplazamiento de otro granelero, en este caso para cargar carbón, que podría ver retrasada también su operativa debido a este problema.

Representantes de los estibadores gijoneses declinaron ayer hacer comentarios sobre este incidente, limitándose a señalar que se trata de un problema "puntual", sin que haya ningún conflicto del colectivo con la empresa estibadora del barco.