El Lauredal volvía a lucir ayer una de sus preocupantes nubes anaranjadas por la contaminación, un problema que suele aparecer siempre que en la ciudad supera varios días sin lluvias. A ojos del colectivo ecologista de la región, que se basa en datos que tanto Principado como Ayuntamiento publican periódicamente en su web de calidad del aire, la zona cita vuelve a presentar estos días una media de 80 microgramos por metro cúbico en partículas de menos de 10 micras, las denominadas PM10, que por su tamaño son las que conforman el polvo de cenizas, hollín y partículas metálicas, entre otras sustancias.

Se registraron, además, picos de hasta 231 microgramos de esta misma categoría. "El año pasado esta estación presento 81 superaciones diarias reales del valor de referencia", asegura el colectivo, que recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) "recomienda unos valores límite para partículas de 20 microgramos de media anual para las PM10 y un valor de alerta con una media diaria de 50.

"Hay que recordar que todos los días respiramos; estos malos niveles continuados suponen un riesgo para las personas sensibles a las afecciones respiratorias y para los colectivos con un sistema inmunológico menos desarrollado", advierten los ecologistas, que recuerdan que, aunque legalmente las administraciones públicas están obligadas a publicar periódicamente los registros de partículas en suspensión, en la región no se comparten los datos de las 45 estaciones de medida, sino que solo se publican las de 22. "No se facilitan datos en continuo de estas estaciones que están monitorizadas porque sus datos son peores que de las 22 escogidas. Y las que peores datos dan se cambian de sitio", afirman.